El impacto de la recesión sobre el mercado laboral está golpeando con fuerza. A partir de septiembre se aceleró la destrucción de puestos de trabajo: así, entre abril y noviembre se destruyeron 136.000 puestos de trabajo en blanco, una caída del 2,2% según los registros del Ministerio de Trabajo en base a los datos del SIPA (Sistema Previsional Argentino).
El último informe de Trabajo, a noviembre, muestra la comparación en relación a un año atrás: 117.000 empleos formales menos (-1,9%) respecto de noviembre de 2017. Sin embargo, como en el primer trimestre del año pasado todavía había creación de empleos, ese número no refleja en toda su dimensión pérdida de puestos que se disparó a partir de abril. En noviembre, siempre respecto a noviembre de 2017, había 61.800 empleos menos en la industria manufacturera; 30.800 menos en el comercio; 18.800 menos en la construcción; 12.400 menos en transporte y comunicaciones, entre otros sectores.
Sólo unos pocos sectores crearon empleo, entre los que destacan el agropecuario que, pese a la sequía, aumentó su dotación de personal en blanco en 7.600 puestos; la minería, 3.900 empleos más; y enseñanza y servicios sociales y de saludo (principalmente vinculados al Estado), con 8.700 empleos en total.
La situación del mercado laboral es todavía más delicada porque la destrucción de empleo convive con una fuerte caída del salario real. “Tomando al RIPTE como referencia de la remuneración promedio en el sector privado registrado y el IPC del INDEC, podemos concluir que el salario real promedio registró una caída de 13% en el último año para llegar a su nivel más bajo desde febrero de 2011”, dice el último informe de Federico Muñoz (ver gráfico). Y agrega: “meses atrás decíamos que la flexibilidad de los salarios reales había evitado una contracción severa del empleo privado registrado. En los últimos tiempos, ese argumento ha quedado diluído, pues a partir de septiembre se aceleró la destrucción de puestos de trabajo: entre abril y noviembre, la nómina de asalariados privados se contrajo en 136.000 trabajadores (-2,2%)”.
