El Banco Central frena al dólar con una súper tasa de interés, cueste lo que cueste, el único objetivo del "plan llegar"

el-banco-central-frena-al-dlar-con-una-sper-tasa-de-inters-cueste-lo-que-cueste-el-nico-objetivo-del-plan-llegar-2019-03-08

Aunque el ministro Dante Sica diga públicamente que en el Gobierno los movimientos del dólar de los últimos días no preocupan, la reacción del Banco Central muestra todo lo contrario. Tolerancia cero con el dólar en el escenario electoral. La orden que bajaron desde la Casa Rosada es que hay que frenar el dólar cueste lo que cueste, o al menos tratar de evitar que ande a los saltos durante la campaña electoral. Es la prioridad número uno. Todo los demás (crédito, consumo y recuperación económica) son objetivos de segundo orden en el "plan llegar” –como lo definió Martín Redrado– a las elecciones sin otra crisis cambiaria. Por eso, el Banco Central forzó la baja del dólar, que el jueves había tocado $ 43,50, a $ 42,27, profundizando el “apretón monetario” de los últimos 4 días hábiles y convalidando una super tasa de interés de casi el 58% promedio, aunque eso implique el riesgo de postergar aún más la salida de la recesión.
   El BCRA estreno un nuevo esquema de licitación (diaria) desdoblada de Leliqs: una a la mañana y otra a la tarde. En el día el Central absorbió 18.300 millones de pesos. Y subió la tasa a 57,8%, un nivel que no se observaba desde el 14 de enero pasado. En 4 días hábiles (desde el viernes pasado), el Central ya retiró unos $ 150.000 millones de circulación, reforzando el “torniquete monetario” para quitarle combustible a la compra de dólares. Así, con una súper tasa de casi 58% (que llegó incluso a un pico de 60,5% en la segunda licitación) logró bajar la cotización del dólar.
   El juego tasas vs. dólar, es el dilema clásico en la historia económica argentina cada vez que se pierde toda la confianza en política económica y la inflación lleva a los ahorristas a protegerse en moneda dura, ante el miedo de que una nueva devaluación licue su patrimonio. Con una tasa de interés más alta se busca tentar a los ahorristas a quedarse en peso, en lugar de salir corriendo al dólar. Como suele decir el ex presidente del Banco Central, Mario Blejer, para frenar las corridas, casi siempre se puede buscar una tasa de interés en que la “codicia” le gane al miedo.
   Entre enero y mediados de febrero, el Banco Central había aprovechado el “veranito financiero” en los mercados internacionales para comprar dólares para las reservas, emitir pesos y lograr una baja de la tasa de interés del 60% hasta el 44% el 14 de febrero pasado, presionado también por la necesidad de recomponer el crédito y apurar la salida de la recesión. Sin embargo, esa baja de la tasa encontró un límite cuando el dólar empezó a despertarse y se puso en juego la estabilidad cambiaria. Hoy la tasa de interés promedio de Letras de liquidez del BCRA (Leliq) está 14 puntos arriba (casi 58%) y el dólar mayorista se ubica en $ 41,30 (en aquel momento cotizaba a $ 38,20).
   El mismo desdoblamiento de las subastas diarias de las Leliqs muestra la preocupación que genera el dólar. Es una señal de que el Banco Central utilizará en un mismo día el apretón monetario –colocando Leliqs a los bancos y retirando pesos— con el fin de forzar una suba de la tasa de interés todo lo que sea necesario para evitar saltos cambiarios. Como ya se dijo aquí, el dólar subiendo a un ritmo muy por encima de la inflación y la tasa de interés, como sucedió en las últimas dos semanas de febrero y en los últimos días, puede disparar tres peligros inminentes: una dolarización de plazos fijos en pesos que redoble la presión cambiaria; un nuevo impulso a la inflación y la retracción de la oferta de dólares por parte de los exportadores a la espera de una devaluación mayor. Todo eso en plena cambiaria electoral, cuando la incertidumbre política sea todavía mayor a la actual.
   Obviamente, la economía real sufrirá todavía más tras la nueva escalada de la tasa de interés El crédito se encarecerá para todos. Subirán las tasa de interés del crédito al consumo (tarjetas de crédito , préstamos personales y prendarios). Volverán a dispararse los costos de los descubiertos en cuenta corriente a empresas. Y la cadena de pagos –con descuentos de cheques a tasas exorbitantes—seguirá crujiendo. En resumen, volvemos a niveles de tasa de interés de mediados de enero. Sin embargo, esta vez hay factores que agudizan el problema: mayor expectativa de inflación, mayor tipo de cambio, mayor incertidumbre sobre la salida de la recesión, y un riesgo político aumentará notablemente a medida que avance la campaña electoral.