En los últimos días, unos de los principales voceros del FMI dijo que el organismo estaba dispuesto a continuar el acuerdo con Argentina cualquier fuera el próximo Gobierno. Muchos interpretaron esa declaración como un guiño a la oposición, incluso a Cristina Kirchner. De hecho, los técnicos del FMI encabezados por el economista italiano Roberto Cardarelli, en su última visita a Buenos Aires se reunieron, entre otros, con el ex ministro de Cristina, Axel Kicillof. Al mismo tiempo, desde el kirchnerismo dejaron trascender que, de volver al poder, renegociarían el acuerdo vigente con el Fondo Monetario. El ex viceministro de Economía de Cristina, Roberto Feletti, lo dijo con todas las letras (ver aquí).
Sin embargo, más allá de las especulaciones políticas, es evidente que lo que Washington pretende es que el próximo Gobierno –cualquiera sea, incluso Macri—garantice que le devolverán los U$S 51.000 millones que le habrá prestado a la administración Macri a diciembre de 2019, en apenas 18 meses. Toda una apuesta a la reelección de Macri. (Ver aquí quiénes son los principales accionistas del Fondo Monetario)
Entre junio y diciembre de 2018, el FMI ya desembolsó unos U$S 28.400 millones. A fines de marzo desembolsará otros U$S 11.000 millones. Y entre junio y diciembre, en pleno período electoral, tiene previsto enviar otros U$S 12.000 millones. Así, de cumplirse el cronograma, antes de finalizar el Gobierno de Macri habrá desembolsado más deU$S 51.000 millones. Al próximo Gobierno sólo le quedarán pequeños desembolsos por un total de U$S 5.000 millones, entre 2020 y 2021. En 2021 ni siquiera compensarán lo que ya habrá que empezar a pagar al organismo. Mientras que en 2022 y 2023, la próxima administración deberá devolver prácticamente casi la totalidad del préstamo (más de 46.000 millones, incluidos intereses), en los últimos dos años de la nueva gestión. El resto de los pagos deberían realizarse en 2024 y 2025.
Será parte de la herencia Macri, incluso para su segundo mandato si fuera reelecto. Cualquiera sea el próximo Gobierno seguramente deberá encarar una renegociación del cronograma de pagos al FMI, si quiere garantizar el pago de la deuda privada con el mercado y evitar que Argentina vuelva a caer en default.
