“El primer mandamiento del acuerdo con el FMI es “No malgastarás las pocas reservas del BCRA” en frenar al dólar. Dicho en otras palabras, el régimen cambiario vigente es de flotación casi pura”, dice el último informe de la consultora Macroview. La consultora de Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo revela con lujo de detalles cuáles son las “reservas reales” del Banco Central y cuáles son las limitaciones que le impone el Fondo para contener el dólar, más allá de utilizar el instrumento de la suba de tasa de interés y de manera limitada la venta de contratos de dólar futuro.
Las “reservas netas” del Banco Central, los dólares contantes y sonantes que tendría para vender en el mercado cambiario –en el caso de que lograra la autorización del FMI—es la cuenta que todos miran por estas horas. El banco de inversión francés BNP Paribas hizo un cálculo reciente que ubica esas reservas en apenas poco más de U$S 5.000 millones. El cálculo de Macroview es más generoso. “La realidad es que el BCRA no cuenta con un nivel suficiente de reservas propias (netas de los pasivos en dólares del BCRA) para intervenir con capacidad de influir en el nivel del tipo de cambio. Las reservas brutas del BCRA rondan US$ 68.000 millones. Pero casi US$ 51.000 millones de los US$ 68.000 millones son “reservas prestadas” (pasivos en dólares del BCRA contabilizados como reservas). Entre los pasivos, hay depósitos de los bancos en el BCRA, préstamos de otros Bancos (esencialmente yuanes del Banco de China) y dólares del FMI. Las reservas propias (netas de pasivos en dólares), disponibles, ascienden actualmente a US$ 17.000 millones”, dice el documento (ver gráfico cuánto eran en febrero de 2018 y cuánto ahora).
“Sólo como referencia, en la corrida del año pasado entre el BCRA y el Tesoro vendieron durante cinco meses US$ 4.000 millones por mes”, agrega. Dicho en otros términos: aún con el visto bueno del FMI, no son muchos los dólares disponibles para enfrentar una corrida, sobre todo teniendo en cuenta que hay depósitos privados en plazo fijo en pesos en el sistema financiero por más de 1,1 billones de pesos.
“La intervención de vender dólares en forma muy acotada es una imposición del FMI para no malgastar reservas y no “tapar” ni reprimir una suba del tipo de cambio. Para el FMI, cuando se produce un exceso de demanda privada de dólares el principal mecanismo de corrección debe ser una suba del tipo de cambio”, sostiene Macroview.
Por eso, Nicolas Dujovne negocia contrarreloj con el Fondo la venta de dólares por unos U$S 9000/10.000 millones que el organismo le gira al Tesoro para cubrir vencimientos de deuda en el mercado cambiario.
Lo explica así: “En paralelo a la negativa de la venta de los dólares del FMI en el mercado cambiario (salvo un caso extremo y en dosis mínimas), está la cuestión de la venta de los dólares por parte del Tesoro. El Fondo acredita los desembolsos para que el gobierno pague la totalidad de la deuda pública en dólares (y un porcentaje predefinido de las LETES en dólares en caso que no se renovaran) y que sobre una parte para los vencimientos de 2020. En este caso, serían dólares “fiscales”, no “cambiarios”. Por su parte, el Tesoro pretende vender parte de esos dólares en el mercado cambiario y hacerse de pesos para cancelar parte de los vencimientos de deuda en pesos que no se renueven en el mercado local. En este otro caso, serían dólares “cambiarios” que financiarían la caja fiscal en pesos. Si el programa financiero oficial 2019 proyectado se cumpliera y el FMI desembolsara la totalidad de los fondos previstos, sobrarían dólares por unos US$ 9.000 millones y faltarían pesos por unos $ 300.000 millones para cancelar vencimientos de deuda en pesos. Todo lo que el Tesoro lograra renovar de estos $ 300.000 millones, serían dólares sobrantes para el faltante de 2020”.
Pero atención porque la operatoria tiene sus costos. Tratar de domar el dólar ahora quemando parte del préstamo del FMI puede significar más incertidumbre a futuro. “El Fondo quiere que el gobierno venda lo mínimo posible de estos dólares, “refinancie” la mayor cantidad de deuda en pesos y guarde estos dólares para el programa financiero del año que viene. Cuantos más dólares venda este año el Tesoro (con fines cambiarios encubiertos), más debilitada quedará la posición financiera del gobierno para 2020, menos chance habrá que post – elección baje el riesgo país y más chance habrá de un eventual futuro reperfilamiento de la deuda pública”, advierte Macroview.
En resumen, quemar las naves de los U$S 9.000 millones este año, dejaría más debilitado al próximo Gobierno apenas asumiera, elevando la incertidumbre sobre su capacidad de seguir cumpliendo con los vencimientos de deuda en dólares si no consiguiera bajar el riesgo país y abrir rápidamente el mercado de capitales para financiarse. Son los costos del "plan llegar a las elecciones" sin una nueva crisis cambiaria.
