El dato clave a monitorear: en tres días se fueron U$S 1.200 millones de los bancos y no se renovaron plazos fijos por 35.300 millones de pesos

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La corrida post PASO llevó a los ahorristas a no renovar depósitos a plazo fijo por más de 35.300 millones de pesos. Mientras que de los bancos se fueron unos U$S 1200 millones a las cajas de seguridad y al “colchón”. 

   El Banco Central dió a conocer el viernes a última hora los datos de depósitos en el sistema financiero, con información actualizada hasta el miércoles pasado.

   El lunes el shock político se reflejó en la no renovación de los plazo fijos en pesos, tanto de ahorristas minoristas como de inversores grandes. En conjunto, el día después de las PASO, los depósitos cayeron en 44.000 millones de pesos.

   Gracias a que los bancos subieron fuertemente la tasa de interés para los depositantes desde el martes (bancos de primera línea para plazos fijos minoristas a 30 días ofrecieron 60% anual, casi 10 puntos más que el viernes), el miércoles hubo una suba en el stock que permitió achicar la caida a 35.363 millones de pesos. No es significativo en términos del total del sistema (apenas el 1,8% del total de depósitos a plazo), pero todo lo que no se renueva de plazos fijos presiona sobre el mercado cambiario, como quedó demostrado en la última semana.

    La no renovación del total de Leliqs (Letras de Liquidez) por parte de los bancos el lunes pasado (pese a una tasa de interés de en 75% ) fue una señal de alarma. Ese día, los bancos no renovaron 159.000 millones de pesos de LELIQs, y por lo tanto el Banco Central tuvo que emitir pesos por ese monto para pagarles. Del otro lado del mostrador, les estaban desarmando sus posiciones en plazos fijos y fondos comunes de inversión en pesos a los bancos, que necesitaban pesos para acreditar en las cuentas de sus clientes al día siguiente.

   Las cifras del BCRA llegan con dos días de rezago. El viernes a la tarde se conoció el dato de los depósitos a plazo fijo del sector privado hasta el miércoles 14 de agosto, es decir, tres días completos de corrida post PASO.

    El monto total ascendió a $ 1.224.045 millones. Esto quiere decir que entre el jueves 8 de agosto (los depósitos en pesos empezaron a caer el viernes) y el miércoles pasado hubo una caída en el stock de plazo fijos de 35.363 millones de pesos.

    Esta caída se dio tanto en los depositantes de más de un millón de pesos como en el segmento minorista. El stock de depósitos minoristas a plazo fijo cayeron 11.000 millones de pesos entre el jueves 8 y el miércoles post PASO. En tanto los depósitos mayores a un millón de pesos tuvieron una caida de casi 24.242 millones de pesos.

   En cuanto a los depósitos en dólares, los números son los siguientes.

   Entre el viernes previo a las PASO y el miércoles pasado salieron 1.198 millones de dólares de los bancos. Así los depósitos privados totales en dólares del sistema cayeron de U$S 32.503 millones el viernes a U$S 31.305 millones el miércoles, una baja del 3,7%. Esta disminución a su vez se reflejó en la baja de las reservas la última semana, ya que la mitad de los depósitos en dólares forman parte del “encaje” de los bancos y se contabilizan como parte de las reservas del Banco Central.

   La magnitud de la caida de los depósitos en dólares es relevante, y obviamente no es deseable que continúe a este ritmo. Sin embargo, hoy, a diferencia de la convertibilidad, los bancos tienen los dólares con qué responder a los depositantes que se quieran llevar los dólares billetes a las cajas de seguridad o a sus domicilios. La mitad de esos depósitos, como ya se dijo, están “guardados” en el Banco Central, mientras que la otra mitad están prestados a empresas exportadoras, que cobran sus ventas en dólares y una devaluación no sólo no las perjudica sino que mejora su capacidad de repago.

   Además, previo a las PASO, la dolarización se había desarrollado “dentro de los bancos”, y los depósitos en dólares estaban en el récord de U$S 32.500 millones.

   Cuando Macri asumió la presidencia, había sólo 8.900 millones de dólares en el sistema. Los depósitos en dólares habían caido casi a la mitad desde los más de U$S 15.000 millones que había antes de que Cristina aplicara el cepo en 2012. Sin embargo, pese a esa fuerte salida de dólares billetes del sistema, ningún banco tuvo dificultades para devolver los dólares a los depositantes. 

   La semana pasada, el total de reservas brutas del BCRA acumuló una sangría de U$S 3.909 millones. Parte respondió a la venta de reservas para contener al dólar (503 millones) y a los dolares que vende diariamente el Tesoro Nacional del préstamo del FMI (60 millones diarios, 300 millones en la semana). Otra parte fue la salida de depósitos en dólares, como ya se explicó. Mientras que el Central también cubrió la parte de la deuda de corto plazo en dólares que el Tesoro Nacional no pudo renovar (Letes, por unos 540 millones de dólares), más otros pagos de deuda habituales.

   El monitoreo de los depósitos en pesos, en dólares y la evolución de las reservas del Banco Central, son las variables clave a mirar en los próximos días para saber si se frenó o no la corrida que se disparó el lunes pasado.

   La estabilización del dólar es fundamental para detener esta salida de depósitos, tanto de los que corren con sus pesos al dólar, como de los que ya tienen sus dólares dentro del sistema y quieren retirarlos en efectivo.

   Recién ahí se podrá dejar de ver el “día a día”, y pensar al menos en la semana siguiente.