El giro de Caputo: ahora importa sumar reservas y cuidar los dólares “propios”

El Gobierno parece haber recalibrado su estrategia económica. Desde mediados de 2024, la desinflación rápida fue el objetivo central del equipo económico: anclar expectativas y reducir la nominalidad de la economía. Ese rumbo sostuvo, durante gran parte del primer año de gestión, la imagen pública de Milei en niveles elevados. Pero los resultados electorales de 2025 para el oficialismo dejaron una señal clara: la desinflación, por sí sola, no garantiza votos. En los últimos días, la urgencia de la crisis cambiaria y financiera obligó al Ejecutivo a poner el foco en la acumulación de dólares por encima de la desinflación. El apoyo prometido por el Tesoro de EE.UU. apunta a “blindar” los próximos vencimientos en moneda dura, aunque por ahora sigue siendo solo una expectativa. En ese contexto, el Gobierno decidió llevar las retenciones a cero, lo que disparó una mega liquidación de las cerealeras por USD 3.618 millones en tres días. El resultado: el Tesoro Nacional consiguió recomprar USD 1.698 millones en apenas tres días. Y podría comprar buena parte de los 2700 millones restantes que ingresarían las cerealeras en este arranque de semana ¿Cambio de prioridades permanente?

Tras la salida del cepo el equipo económico, pese a que en el propio acuerdo con el FMI obligaba a cumplir con metas de acumulación de reservas, explicitó que no compraría dólares salvo que el dólar vaya al piso de la banda cambiaria.

 “El mandato del presidente es bajar la inflación, no comprar reservas”, remarcaba Felipe Núñez, funcionario de Economía. El propio presidente, Javier Milei, tras la salida del cepo decía “El tipo de cambio es flexible no me importa acumular reservas” . El argumento era que ya que contaba con un BCRA recapitalizado y esperaba una baja de riesgo país a menos de 500 puntos básicos.

Así, entre abril y junio, no compraron divisas ni el BCRA ni del Tesoro. En julio, cuando se negociaba el segundo desembolso del FMI (y la primera revisión del programa), el Tesoro Nacional compró U$S 1.230 millones, según el balance cambiario del BCRA.

Desde mediados de agosto, el Tesoro Nacional fue desprendiéndose de buena parte de los dólares que había acumulado previamente, y en septiembre el propio BCRA tuvo que sacrificar USD 1.110 millones en apenas tres jornadas (17 al 19 de septiembre) para sostener el dólar oficial en el techo de la banda cambiaria.

La señal encendió todas las alarmas en el mercado: bonos en baja, riesgo país en alza y una caída generalizada en las acciones argentinas. La respuesta no tardó en llegar: el Tesoro de EE.UU. salió en auxilio de la Argentina y Bessent prometió “todo lo que sea necesario” para blindar al país frente al riesgo de default de la deuda soberana.

Previo al apoyo externo, el Gobierno resolvió establecer un esquema transitorio de “retenciones cero” hasta el 31/10 o hasta que la liquidaciones alcancen U$S 7.000 millones de dólares. Una jugada fuerte para incentivar la liquidación de divisas y asegurarse una oferta de dólares importante para la previa electoral.

El efecto fue inmediato: en apenas tres, días ingresaron USD 3.618 millones del complejo cerealero, lo que permitió al Tesoro recomprar USD 1.698 millones y engrosar su posición en dólares en un lapso muy corto.

Esta dinámica de acumulación no fue lineal. Es decir, en los primeros 2 días del beneficio impositivo a los exportadores el Tesoro Nacional acumuló menos del 20% de las divisas liquidadas por exportadores. Según lo informado por CIARA, hasta el 25/9 la liquidación de divisas fue de U$S 1.872 millones y el Tesoro Nacional sólo acumuló U$S 348 millones.

El levantamiento total del cepo para personas humanas permitió la posibilidad de que parte de las compras minoristas se canalicen hacia empresas que no tenían acceso pleno al dólar oficial. La novedad es que en los días de mayor turbulencia cambiaria la cotización de los dólares financieros estuvo por encima del dólar mayorista.

Esto derivó en un “rulo cambiario”,  los dólares liquidados en el MLC se recompraban casi inmediatamente vía MEP o CCL por la demanda corporativa. Y esos pesos volvían nuevamente al mercado oficial, incrementando la demanda.

El equipo económico, ante este “rulo cambiario” que potenciaba la demanda en el dólar oficial, se daba cuenta que una parte muy pequeña de la “mega-liquidación” de dólares de las cerealeras iba a quedar en las arcas del Tesoro Nacional.

El giro de Caputo

Así, en medio de la jornada del viernes, el BCRA aplicó restricciones cambiarias para evitar el rulo cambiario. La Comunicación “A” 8336 del BCRA establece que quienes compren dólares en el mercado oficial quedan inhabilitados por 90 días para operar con dólar MEP o contado con liquidación.

El propio ministro de Economía reconoció que, gracias a las nuevas restricciones cambiarias, el Tesoro logró capturar el 77% de los dólares liquidados por el agro el día viernes, a diferencia de los días anteriores que sólo había aquirido el 20% . Y afirmó “los argentinos están mejor con esto. “Esto va a volver a pasar lunes y martes cuando sigan liquidando. Se fortalece la solidez del Tesoro y el balance del Banco Central. Esto favorece a los argentinos”, dijo Caputo.

Es un giro discursivo y operativo de Caputo que muestra que la prioridad ya no es únicamente la inflación, sino reconstruir las reservas propias del Banco Central y los depósitos del Tesoro en divisas. Con reservas netas fuertemente negativas, si no se cuentan los dólares del FMI, el objetivo inmediato es consolidar un colchón de divisas que permita resistir tensiones cambiarias en plena campaña electoral. Pero también dar una señal de que, más allá de la ayuda de Trump, el Gobierno busca cuidar los dólares para hacer frente a los vencimientos de deuda a partir de enero próximo.