Continúa la pérdida de valor del Bitcoin y ya está en su menor valor de los últimos 15 meses. De un pico de algo más de 19,000 dólares por Bitcoin a fines del año pasado a menos de 3,300 dólares hoy. Es decir que en poco más de un año, el precio (nos resistimos a hablar de “valor”) del Bitcoin cayó a menos de ⅕ de su precio máximo. Curiosamente, no es la primera vez que se producen estos ajustes: el Bitcoin pasó de 1,200 dólares a fines de 2013 a 150 dólares un año más tarde, una caída que en términos relativos no es muy diferente a la de estos últimos 15 meses. ¿Eso significa que hay vida por delante?
Tom Lee es conocido en el mercado por ser un optimista del Bitcoin. Mientras la criptomoneda no paraba de caer, Lee insistía en que el precio iba a ser 25,000 dólares a fin de año. Ya no más. A mediados de noviembre corrigió su predicción: ahora iba a llegar a los 15,000 dólares a fin de año (tal vez Lee debería aclarar a fin de qué año!) Según Lee hay varias razones para la corrección bajista de precios y buena parte de la culpa la tiene el hard fork (bifurcación) que dio la lugar a la aparición del Bitcoin Cash, supuestamente una mejora que compite con Bitcoin. Uno de los mecanismos usuales en la argumentación es suponer que el mercado del Bitcoin debería llegar a ser 10% o 20% del mercado del oro. O, como argumentó recientemente, si la adopción del Bitcoin llega a un 7% de los tenedores de tarjeta Visa, el precio debería ser de 150,000 dólares. En esa línea, Mike Novogratz, gran participante en el mercado de las criptomonedas, sostuvo que el Bitcoin va a llegar a ser “oro digital”. Jack Ma, el fundador de Alibaba, elogió la tecnología subyacente, el blockchain, pero el Bitcoin, dice, “puede llegar a ser una burbuja”.
Los críticos del Bitcoin apuntan a sus altos costos de transacción (producir y transar una moneda fiduciaria es, hasta ahora, mucho más barato). Los economistas del Bank for International Settlements (BIS) sostienen que las criptomonedas son muy inestables (la moneda tiene que ser reserva de valor), consumen mucha electricidad en su minería hasta el punto de que pueden ser un desastre ambiental, y son sujetos de manipulación y fraude. Bill Gates critica una de sus principales ventajas, el anonimato, lo que las hace ideales para lavar dinero y evadir impuestos, y para transar drogas. Janet Yellen, ex presidenta de la Reserva Federal de EEUU, enfatiza que no es una moneda de curso legal ni una reserva de valor estable. El inversor más exitoso de la historia, Warren Buffett, no duda en calificarlo como una burbuja. Larry Fink, estrella del fondo Blackrock, sostiene que Bitcoin es sólo una muestra de cuánta demanda por lavar dinero hay en el mundo.
Opiniones sobre el Bitcoin hay para todos los gustos. Claro que hay sesgos: usualmente los participantes activos en el mercado del Bitcoin son muy entusiastas mientras que los economistas tradicionales son muy críticos. El tiempo dirá quién tiene razón.