Entre el 15 de abril y el 28 de mayo, pese al superávit comercial en la balanza comercial y el período de liquidación de agro-dólares, el BCRA tuvo una posición vendedora en el mercado oficial de cambios.
Entre el 15/4 y 28/05, el Central acumuló ventas de dólares por 1.759 millones de dólares. En promedio vendió u$S 59, pero con una aceleración de ventas de 95 millones a partir de mediados de mayo, un ritmo insostenible en el tiempo.
Por ello, llegó el “cepo recargado” que ajustó el acceso a los dólares oficiales para importadores .
A partir del viernes 29, el Central comenzó a comprar reservas nuevamente. El 29/5 compró u$S 279 millones , el 01/06 u$s 58 millones y u$s 82 millones el 2/06 (último dato oficial). Con datos extraoficiales, en la primera semana de Junio habría comprado unos U$S 600 millones. Y en los primeros tres días de la segunda semanda de junio compró otros U$S 215 millones. Así ya acumula más de U$S 800 millones en menos de 2 semanas.
Este cambio de tendencia es clave para recomponer las reservas netas del BCRA, que habían tocado un “piso” de u$S 7.667 millones el pasado 29/05. Sonaban todas las alarmas para el Banco Central.
El “cepo recargado” tiene sus riesgos asociados, especialmente por las medidas de restricción de dólares a los importadores.
La principal preocupación es que las empresas al tener que utilizar sus propios dólares para importar, en lugar de acceder a divisas al tipo de cambio oficial, es probable que valuen esos dólares (propios) al “valor de reposición” y no al dólar oficial. Es decir, que comiencen a tomar como cotización de referencia para fijar los precios de los productos a los “dólares alternativos”. Consecuentemente, ajusten los precios y eso impacte en la tasa de inflación.
Otra riesgo es que haya desabastecimeinto en bienes importados y de insumos esenciales para la producción.
En el Banco Central aseguran que el super cepo es transitorio hasta que se defina la renegociación de la deuda con los acreedores privados.
Si no hay un cierre exitoso en esa renegociación, no hay plan B.