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El Indec confirmó una suba de la desocupación del 8,7% en el segundo trimestre de 2017 al 9,6% en el segundo trimestre de 2018. En el segundo trimestre de 2016, en plena crisis de la salida del cepo y la devaluación, el nuevo Indec había registrado 9,3%.
  El dato se explica, fundamentalmente, por un aumento de la gente que ingresó al mercado laboral o que empezó a buscar trabajo (la llamada tasa de actividad) y no lo encuentra, antes que por una destrucción de empleo. En las cifras oficiales, en el último año hay 398.000 personas más buscando empleo en los 31 aglomerados urbanos relevados por el Indec, y sólo se crearon 247.000 empleos, en gran parte por el arrastre de la reactivación de la economía en el segundo semestre de 2017 hasta el primer trimestre de este año. El resultado son 151.000 desocupados más en la estadística oficial.
  En el total de aglomarados urbanos, el total de desocupados es de 1.239.000 personas.
  Vale aclarar que una persona es considerada desocupada por el Indec si en la semana que pasó el encuestador estaba buscando "activamente" empleo. Si no tiene trabajo, pero tampoco lo busca, no es considerado un desocupado sino un "inactivo". Es decir que no forma parte de la población económicamente activa (ocupados + desocupados).
  De los puestos de trabajo creados en el último año, la totalidad son cuentapropistas o asalariados en negro, ya que el empleo asalariado formal registró una leve baja. Para que la desocupación no aumente, se calcula que se deben crear anualmente unos 300.000 puestos de trabajo para incorporar a la población que todos los años se incorpora al mercado laboral. El hecho de que la tasa de actividad haya crecido por encima de ese número tiene distintas interpretaciones, en tiempos de aceleración inflacionaria la más lógica es que salen más miembros del hogar a buscar empleo, porque los ingresos familiares no alcanzan para garantizar la subsistencia.
  Sea como fuere, el dato de desocupación del segundo trimestres es un anticipo suave de lo que sobrevendrá en el resto del año en materia laboral. De hecho, hay que recordar que en abril y mayo todavía no había golpeado la crisis disparada por la corrida cambiaria en toda su dimensión. Es probable que los próximos trimestres registren también destrucción de empleo, dado la fuerte caida que tendrá la economía durante el segundo semestre del año.
  Lo que sí enciende las alarmas es la evolución de la tasa de desocupación en los partidos del Gran Buenos Aires. En el segundo trimestre de 2016 –primer dato del Indec reconstruido después de la era K– la desocupación en el área más poblada del país era del 11,2%, bajó al 10,9% en el segundo trimestre del año pasado y pegó un salto al 12,4% en el segundo trimestre de este año. En personas, en el último año, hay 114.000 desocupados más en los partidos del GBA. Es decir, que 3 de cada 4 nuevos desocupados registrados por el Indec en los centros urbanos de todo el país se localizan en el conurbano bonaerense. En total en los partidos del GBA había en el segundo trimestre casi 700.000 desocupados.
  En el área metropolitana (Ciudad más GBA), la desocupación pasó del 10,6% en el segundo trimestre de 2016, al 10% el año pasado y volvió a subir al 11,4% en el segundo trimestre de 2018. En el último año, suman 125.000 desocupados más, más del 80% de los nuevos desocupados a nivel nacional. Según las cifras oficiales, el total de desempleados en el área metropolitana asciende a 823.000 personas.