Las economías regionales del país atraviesan un momento de crisis e incertidumbre, a lo que se suma una mala situación del sistema alimentario global, coincidieron hoy aquí representantes de empresas multinacionales.
El tema se abordo en el marco de un seminario sobre “La buena economía”, realizado en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), en el barrio porteño de Palermo.
Allí, Cristián Pérez, director de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Coca Cola de Argentina, advirtió que ”las economías regionales están en un momento de mucha transición, incertidumbre y cambios”.
El directivo describió la situación de las economías regionales como una “crisis“ e hizo especial hincapié en el caso de la industria citrícrola de Entre Ríos.
En ese distrito, dijo, “la citricultura representa el 80% de la industria provincial y 40 mil familias dependen de ella. Los temas fitosanitarios preocupan, entre ellos la enfermedad del HLV, que no tiene cura en el momento y solo se puede prevenir“.
“En Florida, Estados Unidos, por culpa del HLV se perdió el 90% de la producción, y en tres o cuatro años puede desaparecer. En la Argentina esa enfermedad está entrando por el norte del país”, advirtió. La compañía con base en Atlanta, Estados Unidos, compra en la Argentina 42.000 toneladas de jugo concentrado de naranja, limón, pomelo, manzana, pera, durazno y uva, lo que representa más de 250 millones de dólares para las economías regionales.
Del total adquirido, el 80% se exporta y el 20% está destinado al mercado interno.
Por su parte, la británica Amanda Sourry, presidenta de la división Alimentos de la multinacional Unilever, alertó que “a nivel global el sistema alimentario está roto, por el impacto del cambio climático y conductas humanas pco sustentables”.
“El 40% de la comida se tira“, dijo la directiva ante DyN, para luego advertir que “para 2050 habrá una población de 9.700 millones de personas que requieran 70% más de los alimentos que se consumen en la actualidad”.
Según Sourry, “si los desperdicios de alimentos fueran un país, sería el tercer emisor de dióxido de carbono detrás de China y Estados Unidos“, y por eso instó a “desarrollar planes sustentables y a rediseñar el sistema alimentario mundial a través de la colaboración, mediante un abordaje integral, con la participación de productores, consumidores y la cadena intermedia”.
En el caso de la Argentina, puntualizó que “13 de los vegetales más importantes en Argentina se obtienen de fuentes sustentables“.
Por su parte, Matías Kelly, titular de la Unidad Ejecutora de Ingreso Social con Trabajo del Ministerio de Desarrollo Social resaltó en diálogo con DyN el “rol de la política publica promoviendo la innovación y las unidades productivas de la economía popular“. Consultado sobre cómo se ejerce ese rol con un 30% de pobres en el país y un tercio de la economía en la informalidad, dijo que ”el Estado tiene que ayudar como un nexo para potenciar a las unidades populares de producción“.
“El nexo entre una multinacional y un pequeño productor se puede hacer mediante créditos, subsidios, para que pueda estandarizar la producción de lo que la empresa puede llegar a encargar, hacer una economía más horizontal y no tan vertical“, añadió.
