Dólar y tasa de interés: las claves para entender a qué juega ahora el Banco Central para garantizar un único objetivo (cueste lo que cueste)

dlar-y-tasa-de-inters-las-claves-para-entender-a-qu-juega-ahora-el-banco-central-para-garantizar-un-nico-objetivo-cueste-lo-que-cueste-2019-03-03

El BCRA reconoció que la inflación seguirá alta y endurece su política monetaria hasta mayo. Las consultoras privadas ya estiman que la inflación de febrero cerrará en torno al 4%. La tasa de interés se va a mantener alta hasta mayo. En consecuencia el crédito no saldrá del “freezer” y la recesión amenaza con extenderse.
   En el último comunicado de política monetaria el Banco Central(COPOM) reconoció que "la inflación sigue siendo alta”. Por lo tanto, considera necesario intensificar el sesgo contractivo de su esquema monetario. Dicho en otros términos: va a absorber más pesos del circulante de la economía, profundizando el “torniquete monetario”. El canal de trasmisión a la economía real es una tasa de interés mas alta, menos crédito (personal, tarjetas, descubiertos). menos consumo e inversión y un menor nivel de actividad.
   Al mismo tiempo intentará reducir la expansión de pesos en la economía achicando la cantidad de dólares que puede comprar el BCRA si, en el mejor de los escenarios, el dólar vuelve a caer por debajo del piso de la llamada “zona de no intervención” (ver gráfico banda cambiaria). Traducido: el Gobierno intentó en el verano, dentro del escaso margen de maniobra con que cuenta dado el compromiso de emisión cero acordado con el FMI, de acelerar la baja de la tasa de interés –vía compra de dólares del BCRA en el piso de la banda—para darle aire a la economía real. Así la tasa de interés de referencia se redujo más de 15 puntos desde principios de enero hasta pasados mediados de febrero (de 60% a 44%). Desde entonces, los elevados números de inflación de enero y febrero y la reaparición de la demanda de dólares obligó al Banco Central a apurar, nuevamente, la suba de la tasa de interés (por arriba de 50%) para asegurar el objetivo primordial: garantizar la estabilidad cambiaria durante la campaña electoral.
   Para febrero las consultoras privadas estiman un número de inflación mayor al de enero, cercano al 4%. Esta aceleración del proceso inflacionario, volvió a encender todas las alarmas del organismo dirigido por Guido Sandleris. Ahora, la preocupación pasa a ser una vez más la inflación y no los mecanismos para apurar la reactivación. Una inflación arriba de 3% mensual impide la recomposición del poder de compra de los salarios, esperada a partir de marzo, y por lo tanto posterga la reactivación del consumo. Es un juego de “sabana corta” o una trampa muy difícil de salir: una alta tasa de interés tiene el riesgo de que la recesión se prolongue por falta de crédito. Pero al mismo tiempo, un dólar a los saltos, impulsaría todavía más la inflación y profundizaría la recesión.   
   El BCRA comunicó que en febrero sobrecumplió su objetivo de base monetaria en 41.000 millones de pesos y decidió mantener la misma exigencia de sobrecumplimiento para los próximos 3 meses. En el caso que el tipo de cambio cotice por arriba de la banda cambiaria superior, el Central podrá vender hasta 150 millones de dólares por día, como estaba pautado desde el inicio del último programa con el FMI. Sin embargo, a partir de marzo el BCRA  se autolimitará a comprar hasta 50 millones de dólares diarios en caso de que el dólar se ubique por debajo de la banda inferior de la zona de no intervención. A principios de febrero había elevado ese límite hasta U$S 75 millones, confiando en la posibilidad de acumular más reservas y acelerar la baja de la tasa de interés.
   En resumen, la economía reajustará los pesos en circulación por 2 vías. Sobrecumpliendo metas monetarias y también ajustando la “canilla de pesos” que se emitían para comprar dólares y sumar reservas. Con menos pesos y con una economía en recesión , el gobierno cambia de receta a mitad de camino. Opta por bajar inflación arriesgando perder actividad, en pleno año electoral.