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  El Gobierno publicita que está achicando el peso del gasto público nacional en el tamaño de la economía argentina. Según las cifras oficiales, el gasto primario –antes del pago de intereses– de la administración nacional pasaría de 24,1% del PBI en 2016 a 21,7% este año y a 20,2% en 2019. 
  De esos casi 4 puntos menos de gasto público a nivel nacional, 1 punto se explica por el recorte en "gastos de capital", es decir, obra pública. Otros 2 puntos del PBI es la eliminación de "subsidios económicos", con el consecuente impacto en los aumentos de tarifas. Y finalmente un 1 punto adicional es la licuación de los llamados gastos corrientes, ya sean gastos de funcionamiento del Estado que vienen creciendo menos que la inflación o la disminución de transferencias a provincias (ver gráfico, Gasto en % del PBI).
   Los números que manejan en el Ministerio de Hacienda también muestran con claridad cómo es esa dinámica del ajuste del gasto público, proceso que se profundizará en el Presupuesto 2019:
— Las llamadas "prestaciones sociales" (jubilaciones más AUH y otros planes sociales) representarán el año próximo el 60,8% del gasto total contra un 56,4% este año y un 48,4% en 2016 (ver gráfico). Esto es así porque la actualización de haberes por la ley de movilidad previsional preserva que estas partidas crezcan por arriba del resto del gasto público, este año y el próximo ajustadas por un mix de inflación y salarios. Así, por ejemplo, en los primeros 9 meses de 2018, mientras el gasto público total aumenta a un ritmo del 20% –muy por debajo de la inflación del 32% en el mismo período– las "prestaciones sociales" aumentaron 28%, en línea con la recaudación.
— Los "subsidios económicos " (energía y transporte) siguen reduciendo su peso en el gasto total: el año próximo representarán solo el 7,7% del total, cuando este año son del 10,3% y en 2016 llegaban al 14,8%.
— El otro rubro que está teniendo un fuerte ajuste en términos de su participación en el gasto es la obra pública. Los llamados "gastos de capital" representarán el año próximo apenas 5,8% del gasto total, 2 puntos menos que este año y muy por debajo del 9,2% de 2016.
— Lo mismo sucede con los "gastos corrientes" de la administracion nacional –entre otros gastos de funcionamiento y transferencias a provincias– que el año próximo insumirán el 11,4% del gasto frente al 14,1% en 2016.
— Finalmente, los salarios públicos mantienen su participación en el gasto: el año próximo representarán el 14,5% del total, algo por encima de este año porque el proyecto del Presupuesto 2019 prevé que crezcan por encima de la inflación proyectada (23%), para compensar la fuerte caida de este año frente a la inflación. Habrá que ver si eso ocurre, o continúa la tendencia a la "licuacion" de este año. De hecho, en los primeros 9 meses los salarios crecieron 18% –por debajo del 20% del gasto total– frente a un 28% de aumento de la recaudación y 32% de inflación.
  Otra forma de ver por dónde pasa el ajuste del gasto público es considerar el desagregado de los gastos en términos del PBI. El resultado apunta en la misma dirección:
— Las "prestaciones sociales" mantendrán el año próximo un gasto del orden del 12,3%, algo por encima de este año y 2016.
— En cambio, los subsidios económicos representarán 1,6% del PBI, frente a 2,2% este año y 3,6% en 2016. Se recortarán más de la mitad.
— Lo mismo sucede con la obra pública o los gastos de capital: el año próximo implicarán apenas 1,2% frente a 2% en 2017.
— Los salarios públicos conservarían un 2,9% del PBI, pero en 2016 representaban el 3,3%.
— Mientras que los "gastos corrientes" signficarán el año próximo 2,3% del PBI frente al 3,4% que pesaban en el primer año de la gestión Macri.