Según el Estimador Mensual de la Actividad (EMAE) del INDEC, la actividad económica cayó 1,2% en abril pasado, respecto de marzo (en la serie desestacionalizada). Así, acumuló el tercer mes consecutivo con caídas mensuales, producto de la “segunda ola” de covid y las mayores restricciones a la movilidad. Con este número, el nivel de actividad quedó a 3,1% del nivel pre-pandemia de febrero de 2020. Y está 10 puntos abajo del nivel pre-crisis de 2018. Si se mantuviera el nivel de actividad estacando en los valore actuales, por el “efecto arrastre estadístico”, la economía igual crecería este año 6,3% en 2021 (en marzo era 7%).
El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de abril reflejó una baja mensual 1,2%, respecto al mes previo. La medición desestacionalizada marcó su tercer baja mensual consecutiva producto del impacto de la “segunda ola” de covid y las mayores restricciones a la actividad. Así, el EMAE-INDEC de abril terminó subiendo 28,3% respecto del mismo mes del 2020, cuando se produjo el “apagón” o cierre total de la economía, con el máximo nivel de restricciones de la cuarentena dura. Sin embargo, si lo comparamos contra abril/2019, el nivel de actividad todavía se ubica 4,4% debajo.
El efecto de del “arrastre estadístico” en la recuperación económica, como resultado de comparar a partir de marzo/abril todos los indicadores frente al derrumbe del año pasado en plena cuarentena total, comenzó a perder fuerza en los últimos 3 meses.
Pero igualmente, si la actividad económica se mantuviese “congelada” en el mismo nivel que registró en abril pasado (último dato oficial) durante todos los meses restantes de 2021, el PBI recuperaría 6,3% en 2021 respecto de 2020 (ver gráfico).
Con el dato del EMAE de abril pasado la actividad económica (en la serie desestacionalizada) quedó 3,1% por debajo de los niveles pre-pandemia de febrero de 2020.
Vale destacar que la velocidad de recuperación de los distintos sectores económicos sigue siendo muy heterogénea. Es bien marcada la diferencia entre los sectores productores de bienes y los que bridan servicios que tienen una recuperación más lenta.
De los 15 sectores relevados por el Indec, 13 tuvieron variaciones positivas en la comparación entre abril 2021 y el mismo mes del año pasado, cuando el cierre en algunos casos fue casi total: “Construcción” (221,5%); “Hoteles y restaurantes” (207,7%); “Otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales” (190,5%); “Industria Manufacturera” (55,1%);”Comercio Mayorista, minorista y reparaciones” (41,9%),“Transporte y Comunicaciones” (22,9%); “Actividades inmobiliarias, empresariales y alquiler” (24,6%); “Explotación de minas y canteras” (14,6%), “Electricidad, gas y agua” (11,3%); “Adm. pública y defensa, planes de seguridad social de afiliación obligatoria” (9,1%); “Enseñanza” (6,1%); “Intermediación Financiera” (4%) y “Servicios sociales y de salud” (0,1%).
Las mayores caídas del mes de abril se dieron en “Pesca” (-0,5%) y “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” (-1,9%) ambas en términos interanuales.
Como se ve en el gráfico que compara la recesión actual con la recesiones de 2002 y 2009, en el escenario más optimista con crecimiento mensual de 0,5% de aquí para adelante, en noviembre de 2021 se alcanzaría el nivel de actividad pre-pandemia de febrero de 2020. Mientras que recién en febrero de 2023 se alcanzaría el nivel de actividad previo a la recesión que se inició en abril de 2018.
Si el ritmo de recuperación fuera más lento, una recuperación de 0,3% mensual, entonces las fechas serían recién marzo 2022 y abril de 2024, respectivamente. Es decir, se perderían casi 6 años para volver al nivel previo a las crisis 2018.
Todo ello suponiendo que Argentina evitara en los próximos meses un nuevo salto devaluatorio del tipo de cambio oficial que impulsaría fuertemente la inflación, provocaría un nuevo derrumbe del consumo y postergaría todavía más la recuperación.
Para el mes de mayo es probable que el nivel de actividad continúe reflejando el impacto de las restricciones a la movilidad. Así que es esperable que la actividad baje un escalón más (sería el cuento mes consecutivo en caída). Y muy probablemente se retome la recuperación desde el mes de junio.