China arrasa: boom importador y alarma entre las Pymes

¿Está la industria argentina al borde del KO? Maxi Montenegro se sentó con Diego Galfione, un empresario textil que maneja una de las pymes más grandes del sector, para destapar la realidad económica de las pequeñas y medianas empresas industriales en el actual contexto macro.

El corazón del problema: inflación en dólares y competencia desleal. Luciano Galfione, dueño de una empresa con 150 empleados que llegó a tener 200, dice que el productor argentino enfrenta “inflación en dólares”, lo que dispara sus costos internos. Mientras tanto, el gobierno baja impuestos (aranceles) a los productos importados, especialmente de China y la India, poniéndolos en una inferioridad de condiciones ¿El resultado? Un mercado que se achica dramáticamente para la producción nacional.

Impacto en la industria textil:

• Despidos: La empresa de Galfione tuvo que reducir su personal en un 25% en el último año. Una clara señal de alarma que se replica en todo el sector.

• Caída del consumo: A pesar de cierta recomposición salarial, el poder adquisitivo se desplomó debido al aumento en tarifas públicas y privadas (luz, gas, agua, colegio, internet, prepagas). Las familias, que antes consumían textiles masivamente, hoy priorizan otros gastos, dejando un mercado mucho más chico para la indumentaria.

• Importaciones: Históricamente, el 50% del mercado textil era importador en el sector de fibras sintéticas. Ahora, con la eliminación de controles y la baja de aranceles, la competitividad de la industria nacional se pulveriza. Para la fibra sintética que fabrica la empresa de Galfione, la importación ya es el 90% del mercado, con aranceles bajos en relación a la región (6% en Argentina vs. 18% en Brasil para el mismo producto).

¿Es negocio producir o importar? egún Galfione, “hoy el negocio es comercializar”, es decir, importar con dólar barato y vender productos de cualquier rubro. Esto ha atraído a más de 50 nuevos importadores al sector textil, muchos sin experiencia, que inundan el mercado. La situación es tan crítica que los productos se están vendiendo por debajo del costo de importación, incluso para los propios importadores que “se clavaron” por desconocimiento del mercado.

Demandas urgentes: Una cancha nivelada, Luciano Galfione es claro: nunca pidieron no competir. Su principal competencia siempre fue el importador. Lo que exigen es igualdad de condiciones:

• Que los productos importados cumplan las mismas normas ambientales que los nacionales.

• Que respeten las mismas leyes laborales que los productores locales.

• Que se sometan a los mismos controles de calidad de los productos (ej. tinturas).

• Necesitan una competitividad interna justa, con tasas de interés que no sean del 60-70% (¡cuando el mundo paga 3%!) y costos de logística insostenibles (enviar un camión de Catamarca a Buenos Aires cuesta lo mismo que un contenedor de Buenos Aires a China).

¿El camino hacia adelante? Innovación y el rol Clave de la industria

A pesar de tener plantas modernizadas con tecnología italiana y alemana de 2022-2023, lo que le falta a la empresa de Galfione es mercado. La estrategia es diferenciar productos para salir del “commodity” importado.

La charla culminó con una reflexión potente: Argentina, según este empresario pyme, sigue cometiendo los mismos errores, buscando atajos en lugar de atacar problemas de fondo como la falta de competitividad y la carga impositiva. “La industria no es parte del problema, sino de la solución, ya que paga mejores salarios, desarrolla naciones y es el pilar de los países más desarrollados. El problema no es hacer una remera cara, es que todo en Argentina es caro por factores ajenos a la producción”, afirmó.