Massa – Milei: 4 escenarios 2024, pero sólo 2 con mayor probabilidad según quién sea el presidente

En la previa al balotaje se plantean 4 escenarios para la economía del próximo año. En los extremos, está 1) la “dolarización” de Milei manteniendo el proyecto de Emilio Ocampo y en el caso que gane el oficialismo el escenario 2) de “continuidad con parches”, sin un programa de estabilización, intentando llegar a la próxima cosecha. Los otros 2 escenarios, más probables, son 3) un programa de Milei en el que el peso “sobrevive” y se acuerda un plan económico con equipos de Juntos por el Cambio. Ese plan tendreía cuatro ejes: ajuste fiscal, emisión cero del BCRA, unificación cambiaria y desarme de la “bomba” de Leliqs. Por último, un esquema que podría aplicarse en un potencial gobierno de Sergio Massa es un plan de estabilización combinado con medidas heterodoxas –acuerdo de precios y salarios- : inicialmente se formalizaría un “desdoblamiento cambiario” ( con un dólar comercial y otro dólar financiero), con controles de cambio hasta fin de 2024 y un sendero de eliminación del déficit fiscal.

Las encuestas del balotaje plantean un resultado abierto para el 19-N, prácticamente los números de los sondeos de las principales encuestadoras marcan un paridad entre Massa y Milei con diferencias que están dentro del margen de error. Veamos entonces las implicancias de los 4 escenarios aue están sobre la mesa para la economía 2024.

  1. Escenario “Milei Puro”.

Con un resultado favorable para La Libertad Avanza asignamos una probabilidad baja a un escenario con un programa económico de “Milei Puro”, sin negociar con Juntos por el Cambio el proyecto de “Dolarización” y la eliminación del BCRA.

El programa sería de shock con una liberalización inicial de tarifas y definiendo una cotización a la que se rescataría los pesos en circulación. Es un plan con altos costos políticos, sociales y económicos en los primeros meses.

En este caso, el equipo económico estaría liderado por Emilio Ocampo avanzaría con la dolarización. En el plano cambiario, el riesgo es que no se consigan los dólares para rescatar la base monetaria y los pasivos remunerados (aproximadamente se necesitan U$S 35.000 millones a la cotización del “contado con liquidación”). Es decir, iríamos a una “dolarización sin dólares” que  implicaría una devaluación muy fuerte del dólar oficial con un “fogonazo” inflacionario inicial con riesgo elevado de caer en una hiperinflación.

Otros de condicionantes para este plan son de índole política. Las reformas que requiere la “dolarización” tienen que ser aprobadas por el Congreso Nacional. Y el partido “La Libertad Avanza” no tiene bancas suficiente para conseguir la aprobación (dependerá del apoyo del bloque de Juntos por el Cambio). Por último, existe riesgo de rechazo social en el caso que la disparada inflacionaria, como consecuencia del “overshooting” cambiario, se espiralice. Las protestas sociales pueden dificultar la implementación del plan con muchos costos políticos asociados.

Si el plan fuese exitoso la inflación podría frenarse más rápidamente que en otros esquemas. En la transición hacia la dolarización se eliminaría la brecha cambiaria (hay un solo dólar) y las reservas internacionales podría crecer por el incremento en los encajes bancarios. El riesgo de estallido de u dolarización sin dólares, y la oposición de la mayoría de la dirigencia política (el peronismo y Juntos por el Cambio, cuyos principales economistas lo consideran un plan “delirante”) llevan a asignarle una baja probabilidad a esta alternativa en el caso de un triunfo de Milei.

2. Plan de estabilización acordado con JxC

Bajo el supuesto que gana Milei y acuerda un programa con parte del equipo económico de Juntos por el cambio (bajándose de la “dolarización”), en este caso el plan de estabilización tendría como objetivo “despesificar la economía”.

Se plantean 4 condimentos claves del programa: 1) ajuste fiscal,  2) emisión cero del BCRA, 3) rápida unificación cambiaria y 4) desarme de la “bomba” de Leliqs y Pases .

Este programa podría ser impulsado por el ex titular del BCRA durante el Gobierno de Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, que tiene muy buena relación con Javier Miler. O con el propio Demian  Reidel – ex vicepresidente segundo del BCRA , entre otros.

En el plano fiscal, se aplicaría un fuerte ajuste fiscal concentrado especialmente en los “subsidios económicos” equivalente a 1%/1,5% del PBI con un objetivo de déficit (primario) cero para el año 2024. En lo cambiario, se aplicaría una devaluación discreta para converger a una unificación cambiaria rápidamente (eliminando la brecha cambiaria), similar a lo realizado en el inicio del Gobierno de Macri, aunque hoy con una brecha de base y desequilibrios en el economía mayores que potencian los riesgos.

Es esperable que al inicio se acelere muy fuerte la tasa de inflación. Con un riesgo de “estanflación” con cierto descontrol de precios y una recesión profunda en los primeros meses de aplicación del plan de estabilización.

En el caso que el programa “llegue a buen puerto” el ajuste cambiario inicial permitiría un “colchón de competitividad” que facilitaría una fuerte recomposición de reservas del BCRA. Con una mayor liquidación de dólares del sector agroexportador (sin sequía) y energético. Y a su vez, por una caída en el nivel de importaciones que engrosaría el superávit comercial. Uno de los condicionantes del plan son las tensiones sociales que habría que soportar en la primera etapa tras la aceleración inflacionaria, en un escenario de partida de 42/45% de pobreza. Le asignamos una probabilidad moderada a este escenario.

3. Plan de Massa –Plan de Estabilización con medidas heterodoxas

En este caso, se plantea que ante el triunfo de Masa se aplicaría un Plan de Estabilización tradicional (ajuste fiscal y emisión cero) acompañado de medidas heterodoxas – como el acuerdo de precios y salarios- manteniendo el cepo cambiario (con muchísimas menos regulaciones) . Como ya lo adelantó el propio Sergio Massa hasta fines de 2024.

El programa podría ser liderado por Carlos Melconian, Rodolgo Santángelo, Marina Dal Pogetto o cualquier economista de otra fuerza política que no sea el peronismo –como reveló el propio Massa– para dotarlo de “reputación” ante los agentes económicos y los mercados. El plan se inicia con una devaluación parcial del dólar oficial (que podría ser acompañada por un crawling peg) en la transición hasta diciembre de 2023.Y luego se implementaría un desdoblamiento cambiario (formal)  con un dólar comercial en el que se efectuarían las operaciones los exportadores e importadores y un dólar financiero libre  que se aplicaría a turismo, atesoramiento y ciertos rubros de exportación (economía del conocimiento) e importación (bienes suntuarios). La idea sería que la brecha cambiaria bajara gradualmente convergencido en un punto intermedio el dólar oficial y el libre. Para ello, es posible que se aplique algo similar al “dólar fernet” (actual 70% al oficial y 30% al contado con liquidación), o se usen distintas combinaciones de liquidación de exportaciones e importaciones en esos dos mercados. Así, la liquidación de divisas de exportaciones e importaciones se realizaría con un mix porcentual entre el entre dólar comercial y dólar libre con el objetivo que en el mediano plazo se elimine completamente la brecha cambiaria.

En el plano fiscal, se reducirían los subsidios económicos vía suba de tarifas de luz, gas, trasporte y agua (más gradual que en el escenario anterior) y se quitarían exenciones y beneficios impositivos a empresas y personas (reducción del gasto tributario) para reducir el déficit fiscal.

Los riesgos de este escenario es que tras el “desdoblamiento cambiario” la brecha continúe siendo elevada y se genere un traspaso a precios rápido (pass through alto). Además, en términos de reputación el Gobierno tiene una desventaja por la mala gestión de la política económica durante el mandato de Alberto Fernández. Es probable que en el inicio del programa el equipo económico tenga que “sobre-reaccionar” para ganar reputación y credibilidad. En caso contrario, la estabilización de la economía será más difícil. A este tercer escenario le asignamos una probabilidad alta si Massa triunfa en el balotaje.

 4. Continuidad –“Emparchando el parche”

En caso de ganar Massa este sería un “mini plan” que no corrigiría las cuestiones de fondo (fiscales, monetarias y cambiarias) y el único objetivo sería ir “pateando” hasta llegar a mayo 2024 y con los dólares de la coseche gruesa intentar un plan de estabilización.

En este escenario, el dólar oficial continuaría atrasado respecto de los precios. Y el equipo económico continuaría “inventando” dólar especiales para que los exportadores liquiden sus divisas  y los importadores no demanden tantos dólares (encareciendolos via impuesto PAIS). El cepo cambiario no se desmantelaría sino que continuaria con un mayor control del comercio exterior.

El riesgo en este escenario es que la economía entre en una “parálisis” con inflación muy elevada y una disparada adicional de la brecha cambiaria.  Con el agravante de que se dilapide el capital político del triunfo electoral, sin sincerarar precios, y las expectativas de un cambio la trayectoria inflacionaria vayan languideciendo. Vemos a este escenario de baja probabilidad en el caso de ganar Massa, si efectivamente aprendió de los errores del último año y medio de gestión, más allá del impacto de la sequía en la economía local.