Lejos de la famosa “lluvia de inversiones” que anunciaba el presidente Macri antes de asumir, Argentina sigue cada más relegada en los flujos de inversión extranjera directa que realizan las empresas multinacionales. Según un informe de la consultora DNI, dirigida por Marcelo Elizondo, el stock de inversión extranjera directa en Argentina pasó de representar el 17% del total en Latinoamérica en 2001 a apenas el 3,4% en 2017 (último registro disponible de la Cepal).
Del total de la IED directa en la región en 2017, Brasil acaparaba el 34,8%; México el 24,8%; y Chile el 12,6%. Pero aún países más mucho más pequeños que Argentina, tenían una porción mayor: Colombia el 8,1% y Perú el 4,4%.
“Latinoamérica ha evolucionado de modo considerable aunque desigual en la acumulación del acervo de inversión extranjera directa desde que se inició el siglo. Así, mientras ese acervo en Latinoamérica era de 460.857 millones de dólares en 2001, pasó a U$S 680.548 millones en 2005, se elevó luego a 1.965355 millones (1,9 billones) en 2012, y llegó a 2.230.432 millones (2,2 billones) en 2017”, dice el informe. Y agrega: “Ello exhibe el crecimiento de la inversión hundida en Latinoamérica desde el año 2000. En 2017 ese stock equivale al 44% del producto regional, cuando representaba el 33% entre 2012/2014 y sólo el 23% en 2001”.
Según explica Elizondo, “medido el acervo de inversión extranjera en millones de dólares, Argentina no solo computa menores inversiones en términos relativos a su dimensión (no llega a duplicar la participación de Uruguay en el porcentaje de acervo de inversión externa total de Latinoamérica) sino que accedió a inversiones menores medidas en términos absolutos comparándose con economías similares o aun menores. La relación entre el acervo de inversión externa y el PBI en Argentina es la menor de todos los países de la región”, afirma.
En valores absolutos, al año 2017, el stock de inversión extranjera en Brasil era de U$S 778.287 millones; en México, U$S 553.608 millones; en Chile más de U$S 282.000 millones; y en Colombia, U$S 180.200 millones; y en Perú, U$S 98.200 millones. Mientras que en Argentina se estimaba en unos U$S 76.500 millones. Es decir que en Chile el stock de la inversión extranjera era casi 4 veces mayor que en Argentina y en Colombia 2,5 veces más grande.
Dicho de otro modo, mientras el stock de inversiones extranjeras acumulado en la región desde 2001 hasta 2017 casi se quintuplicó (creció 383%) en ese lapso, en Argentina se mantuvo estancado.
