La caída en los precios de la soja opacan la gran cosecha de 55 millones de toneladas que aumentó 44% en toneladas respecto al año pasado. La tendencia del precio complica aún más la estabilidad cambiaria y los ingresos fiscales via retenciones.
Los contratos futuros de la soja perforaron el piso de 300 dólares en el mercado de Chicago producto del incremento en la tensión del conflicto comercial entre Estados Unidos y China , la suba en las estimaciones de la cosecha 2019 de USA y una menor demanda de los países asiáticos por el impacto de la fiebre porcina. Por eso el precio llegó al valor más bajo desde septiembre de 2018. Los contratos de soja a mayo cerraron en 299 dólares y para junio en 304 dólares por tonelada.
Estos datos contrastan, a nivel local, con la cosecha de soja que se recupera tras un 2018 signado por la sequía. Según las estimaciones de la Bolsa de cereales de Rosario la cosecha 2018/19 llegará a 55 millones de toneladas. Mientras que en la campaña anterior fue de solo 38 millones de toneladas. Es decir, este año será un 44% superior en cantidades.
La soja es un producto clave para la economía del país. Por un lado, es un bien que aporta divisas que son muy importantes en un contexto de inestabilidad cambiaria. Y además aporta desde las cuentas fiscales vía retenciones ,que fueron elevadas tras el acuerdo con el FMI para poder cerrar el déficit fiscal. Además contribuyen indirectamente por el dinamismo que genera en otros sectores de la economía vinculados al agro. Los productores argentinos de soja venden su cosecha en pesos a las grandes empresas exportadoras que son las que exportan el producto y liquidan los dólares .En el primer trimestre de 2019 el total de liquidaciones de agro-dolares fueron 6.104 millones de dólares.
Por ello, la caída en el precio internacional de la soja preocupa al Gobierno porque impacta en cuestiones claves como la estabilidad cambiaria y los ingresos fiscales. Si la tendencia bajista se mantiene complicará no sólo en lo que resta de 2019. También agregará incertidumbre sobre la próxima campaña 2019/20 ya que los precios en baja comprimen la rentabilidad de un sector clave para Argentina.