El juego "Tasa de interés vs. Dólar" volvió a ingresar en el último mes en una dinámica conocida en Argentina. Cuando la confianza desaparece y la inflación se mantiene en niveles elevados (a marzo sigue en el 50% acumulado anual), sólo con una tasa de interés en pesos más elevada se puede tratar de frenar la tentación por refugiarse en el dólar. Es lo que sucedió hoy: la tasa promedio de las Leliqs llegó al 65,4% (1,5 puntos más que el día anterior), y aún así el dólar subió 35 centavos ($ 41,95 en el minorista y $ 40,89 en el mayorista). Pero claro, si la tasa no hubiera ajustado hacia arriba el salto del dólar hubiera sido mayor: de hecho llegó a subir más de 80 centavos en el día.
Todo en una jornada en la que el mercado internacional sólo dio buenas noticias para Argentina. La Reserva Federal anunció que no aumentaría la tasa de interés de referencia y que probablemente no lo haga en lo que resta del año. Con el BCRA pagando más tasa por las Leliqs que compran los bancos se esperan dos efectos. El primero es que los bancos trasladen parte de esa suba a los ahorristas, ofreciéndoles más tasa para que al vencimiento de sus plazos fijos opten por renovarlos en lugar de comprar dólares. El segundo que se siga encareciendo el crédito (para consumo, tarjetas, descubiertos, etc) en la economía, de modo tal que los que tienen dólares (exportadores, empresas, ahorristas) se vean obligados a venderlos para cancelar deuda o financiar sus capital de trabajo. Por su puesto, el impacto en la economía real es negativo, pero en el gobierno evalúan que sería mucho peor si el dólar volviera a dispararse.
Después del “veranito financiero” de los primeros 45 días del año –en los que el Banco Central compraba dólares para evitar que cayera y emitía a cambio pesos– la tasa promedio de las Leliqs tocó un piso del 44% el 14 de febrero, el día de los enamorados. Desde entonces pasaron sólo 22 días hábiles y la tasa se disparó 21,5 puntos hasta el 65,4% al que llegó hoy (ver gráfico). En el mismo período, el dólar se subió 6 por ciento. Si no se recupera la confianza, o aparece rápidamente una oferta fuerte de dólares de los exportadores de la cosecha gruesa, no es una dinámica que pueda sostener sin profundizar la recesión y disparar más temores entre los ahorristas.
Visto de otro modo, la tasa de interés no sólo recuperó todo lo que había bajado entre enero y mediados de febrero. Ahora 5 puntos arriba en relación al inicio del año. Se volvió al mismo nivel de tasas de noviembre pasado, pero con un dólar 15% más alto. Pero es cierto que el dólar a 42 pesos hoy, ni siquiera se ajustó al ritmo de la inflación desde entonces. A inicios de septiembre del año pasado, el dólar mayorista cotizaba a 38 pesos y el minorista a 39 pesos. Desde entonces hasta febrero incluido la inflación acumulada (septiembre, 6,5; octubre, 5,2%; noviembre, 3,2%; diciembre, 2,6%; enero, 2,9%; febrero, 3,8%) fue del 26,7%. Así, aquel dólar de 38/39 pesos equivaldría a un dólar de casi 48/49 pesos en marzo. El problema de nuevo es la tendencia y cómo frenar en algún momento la inflación.
El Banco Central esta dispuesto a sujetar el dólar (como ancla de la inflación) a cualquier costo: por eso, subió 21 puntos la tasa en 1 mes. No sólo cree que cualquier salto brusco del dólar hoy detonaría una nueva ronda inflacionaria. En la Casa Rosada temen que si el dólar se vuelve a mover sin control gatille una corrida mayor y un escenario que sepultaría las chances de reeleción que todavía conserva Macri.
