La elección legislativa en la Provincia de Buenos Aires fue un cisne negro: contra todos los pronósticos, Fuerza Patria ganó por más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza. El Gobierno nacional apostó su capital político a la desinflación y la estabilidad cambiaria. Sin embargo, para los votantes bonaerenses, esa ancla macroeconómica no fue suficiente.
Algunos números de la economía mostraban el deterioro y ayudan a explicar la falta de apoyo al oficialismo:
1. Actividad en recesión
La economía se frenó desde marzo de 2025 y nunca logró recomponerse. El EMAE oficial marcó una baja de –1,8% en marzo respecto al pico de febrero y cerró junio todavía –1,3% abajo. A la par, los datos privados del IGA-Ferreres cuentan la misma historia: después de tocar un máximo en febrero (172,4 puntos), la actividad acumuló caídas y en julio terminó –1,5% por debajo de ese nivel. Dos termómetros distintos muestran lo mismo: la caída en la actividad ya estaba instalada en la primera mitad de 2025.
2. Salarios reales en retroceso
El contraste es evidente: mientras en el segundo semestre de 2024 los salarios mostraron una recuperación rápida —con la remuneración promedio del SIPA creciendo 9,7% en términos reales y el índice de salarios privados del Indec avanzando 7,7%—, el primer semestre de 2025 registró retrocesos: los salarios cayeron 1,8% y 1,2%, respectivamente, siempre en términos reales.
A esto se suma una divergencia creciente entre el sector privado y el público: los salarios privados, según el Indec, se mantienen 1,2% por encima del nivel de noviembre de 2023, mientras que los salarios públicos se ubican 14,3% por debajo de ese mismo registro.
3. Jubilaciones bajas
Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2025, la jubilación mínima en pesos constantes de sep/25 paso de $290.836 a $320.285 (+10%), pero con bono pasó de $413.875 a $390.285 (-5,7%). Es decir, el bono se fue licuando mientras el haber base apenas recuperó algo del derrumbe de fin de 2023.
Si se mira solo de junio de 2024 a septiembre de 2025, la dinámica es peor: sin bono pasó de $305.083 a $320.285 (+5%), pero con bono bajó de $408.285 a $390.285 (-4,4%). En síntesis: tras el desplome de principios de 2024, hubo un rebote corto en el primer semestre, pero desde mediados de ese año la tendencia volvió a ser contractiva, consolidando una pérdida real del poder de compra de las jubilaciones, sobre todo cuando se incluye el bono.
4. Empleo en sectores clave en baja
La industria y la construcción, motores históricos de empleo formal en PBA, registraron caída en la cantidad de asalariados privados registrados. Los factores que incidieron en esta dinámica son el freno total en la obra pública nacional y en el caso de la industria el impacto de la apertura comercial con un tipo de cambio “atrasado” implico gran parte de la perdida de puestos de trabajo.
Entre noviembre de 2023 y junio de 2025 el empleo asalariado privado registró una fuerte contracción, con la construcción en el primer puesto: perdió más de 61 mil puestos, concentrando más de la mitad de la caída total.
También hubo retrocesos significativos en textiles y confecciones (-11.798), otros servicios (-9.555), metal-mecánica (-9.400), servicios a empresas (-9.400) y hotelería y restaurantes (-8.258).
A nivel territorial, la pérdida se sintió con más fuerza en los grandes centros urbanos: Buenos Aires (-32.189) y CABA (-20.391) explican casi la mitad de la destrucción neta de empleo privado registrado, seguidas por Córdoba (-9.356), Santa Cruz (-8.147) y Santa Fe (-7.910).
5. Confianza del consumidor desplomada
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC -UTDT) se desplomó en agosto de 2025 a 39,9 puntos, con una baja mensual del 15,9% en el GBA, la región más golpeada (hasta los 37,1 puntos). Allí, el pesimismo sobre la situación personal y la economía del país se profundizó: la percepción de la macro cayó 18% y la visión de la situación personal retrocedió 14,7%. En el conurbano, epicentro del electorado, el humor social reflejó expectativas cada vez más negativas, que no quedaron solo en las encuestas: terminaron convirtiéndose en un voto castigo en las urnas
En resumen, la caída en la actividad, el retroceso de los salarios reales y de las jubilaciones, la pérdida de empleo en sectores clave y el desplome de la confianza del consumidor conformaron un cuadro económico adverso. La estabilidad cambiaria y la baja de la inflación no alcanzaron para compensar ese deterioro y derivaron en una derrota contundente para LLA en la Provincia de Buenos Aires.





