En una charla con Maxi Montenegro, el ex titular del Banco Central, Martín Redrado, analizó los desafíos estructurales de la economía argentina, advirtiendo que, si bien el orden macroeconómico es una condición necesaria, no resulta suficiente para asegurar un crecimiento sostenible y desarrollo para la totalidad de la población. Según Redrado, el actual modelo basado en sectores extractivos y de servicios de alta gama corre el riesgo de consolidar un país que solo incluya a la mitad de sus habitantes.
El límite de los “motores” extractivos
Redrado reconoció la importancia de los sectores que el gobierno identifica como ejes de crecimiento: el agro, la minería, energía (Vaca Muerta) y la economía del conocimiento. Sin embargo, sostuvo que estos vectores, sumados a los servicios financieros y tecnológicos, alcanzan a cubrir a unos 24 millones de argentinos. Para integrar a los 24 millones restantes, el economista subrayó la urgencia de una agenda de trabajo enfocada en los problemas de los sectores productivos, especialmente las PyMEs.
Esta agenda se sustenta en tres pilares fundamentales que Redrado denomina “vectores centrales”:
1. Infraestructura y Logística: Argentina requiere una inversión masiva en infraestructura física y digital para reducir los costos de transporte.
2. Costo Financiero: Se criticó la política de encajes del Banco Central, específicamente la normativa que permite integrar encajes con títulos públicos (como la norma 8306), lo cual drena liquidez que debería destinarse al crédito productivo. Redrado propone un sistema financiero donde los bancos operen el corto plazo, el mercado de capitales el tramo intermedio y la ANSES actúe como inversor institucional de largo plazo.
3. Federalismo Fiscal: El economista instó a eliminar las “asignaciones específicas” que quitan recursos coparticipables a las provincias, como sucede con parte del IVA y el impuesto al cheque, para devolver autonomía a las jurisdicciones federales.
Política Exterior: Del dogmatismo al realismo transaccional
Uno de los puntos más críticos de la charla fue la política comercial externa. Redrado calificó de “naíf” e “inocente” la idea de bajar aranceles de forma unilateral en un mundo que hoy es profundamente transaccional. En el contexto actual de tensiones entre China y Estados Unidos, las industrias globales ya no buscan al productor más barato, sino al proveedor más confiable.
Argentina, según Redrado, debe abandonar el dogmatismo y adoptar una “gimnasia” de negociación bilateral basada en el quid pro quo. Ejemplificó esto con el caso de México, donde el vino argentino paga un 12% de arancel frente a competidores con arancel cero; una situación que requiere negociaciones de intercambio comercial —como el reconocimiento de denominaciones de origen— para mejorar la rentabilidad exportadora.
El contexto global y los riesgos financieros
Respecto al panorama internacional, Redrado señaló que Argentina goza de un “viento a favor” debido a la reconfiguración de las cadenas de suministro globales. No obstante, advirtió sobre la necesidad de acumular reservas en el Banco Central para enfrentar posibles “cisnes negros”. Sobre la reciente suba de tasas de interés en Japón, el economista consideró que el impacto está “encapsulado” y no representa un efecto dominó similar a las crisis de los años 90, ya que el mercado japonés está entrando en un ritmo de normalidad mientras el resto del mundo tiende a la baja de tasas.
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Resumen de conceptos clave:
• Insuficiencia de la Macro: El orden macroeconómico por sí solo no garantiza el desarrollo; se requiere integralidad para no excluir a la mitad de la población.
• Crítica a los Encajes: El uso de liquidez bancaria para financiar títulos públicos encarece el crédito para el sector privado.
• Transaccionalismo Comercial: En un mundo de bloques en conflicto, Argentina debe negociar acceso a mercados de forma bilateral en lugar de abrir la economía unilateralmente.
• Proveedores Confiables: La oportunidad geopolítica actual reside en la confiabilidad y seguridad de suministro, más que en el costo mínimo de producción.
• Reforma Federal: Necesidad de restituir la coparticipación plena eliminando distorsiones tributarias para fortalecer a las provincias.



