La Presidenta aprovechó la cadena nacional y el anuncio de aumento a jubilados para defender Aníbal Fernández. Después de que el condenado a cadena perpetua Martín Lanatta acusará al jefe de Gabinete de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, Cristina salió con los tapones de punta. Apuntó en primer lugar contra Elisa Carrió por prestar su casa para la entrevista que Periodismo Para Todos le hizo al ex policía José Luis Salerno. Con Julián Domínguez y Fernando Espinosa sentados en primera fila, la jefa del kirchnerismo le envió un mensaje a la tropa oficialista.
En su último discurso antes de las elecciones, la Presidenta cargó con todo contra Lanata. Dijo que el informe de Periodismo Para Todos tenía una clara “intención electoralista” y lo comparó con los grupos de tareas de la dictadura que secuestraban a civiles en la calle o en sus casas para después torturarlos y asesinarlos. La respuesta de Lanata llegó en forma de carta abierta a Cristina. El periodista que fundó Página/12 le pidió a la Presidenta que explique qué hizo durante la dictadura y la responsabilizó por haber prostituido a las madres de plaza de mayo y haber dividido a los familiares.
¿Puede la presidenta en cadena nacional comparar una denuncia periodística o incluso una operación política, como dice el Gobierno, con el terror y los asesinatos de la Dictadura?