El sector inmobiliario sufrió un fuerte golpe en marzo, cuando el dólar volvió a dispararse 11% en el mes y la inflación llegó al 4,7%. La compra de inmuebles cayó 50% en provincia de Buenos Aires y 55,4% en Ciudad de Buenos Aires. Mientras que las operaciones con créditos hipotecarios durante marzo en CABA y provincia se derrumbaron un 91%, respecto del mismo mes de 2018.
El mes de marzo fue desastroso para el sector inmobiliario. La cantidad de compra-venta de inmuebles tanto en CABA como en provincia de Buenos Aires fueron bajísimos. Según lo informado por el Colegio de Escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la cantidad de operaciones de compra-venta se redujo un 55,4% en marzo pasado, respecto de mismo mes del año anterior. El total de actos de escrituración registrados fueron 2.738 el mes pasado contra 6.142 escrituras efectuadas en marzo de 2018. En provincia de Buenos Aires, la situación fue similar. La cantidad de escrituras cayeron 50% comparado con marzo del año pasado
En marzo del año pasado todavía estaba en su apogeo el boom de los créditos hipotecarios UVA, un mes antes de que estallara la crisis cambiaria. En aquel entonces el dólar aun cotizaba cerca de 20 pesos y no se había disparado la inflación, ni las tasas de interés.
La caída del crédito hipotecario se hizo sentir. En marzo ultimo, en toda la provincia de Buenos Aires sólo se registraron 435 hipotecas, un derrumbe del 92% respecto de un año atrás. Para tener una idea: un año atrás se habían cerrado 5.253 operaciones (unas 262 hipotecas por día hábil). Dicho de otro modo: el año pasado, en dos días de marzo se efectuaron más operaciones con hipotecas que en marzo de este año.
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, marzo fue el peor mes en términos de hipotecas en los últimos 10 años. Solo se registraron 197 escrituras con créditos hipotecarios (-91% respecto a marzo de 2018), aún por debajo de marzo de 2015, el segundo marzo con menos hipotecas de la última década, cuando se habían realizado 256 hipotecas.
La crisis del sector inmobiliario se explica por múltiples causas: la devaluación y el consiguiente encarecimiento en pesos de las propiedades , la caída del salario real, el incremento de las tasas de interés y también por la incertidumbre macroeconómica que lleva a postergar las decisiones que implican tomar un créditos a 20 o 30 años de plazo.
En la actualidad es mucho más difícil precalificar para los créditos hipotecarios ajustados por inflación que en 2017 o los primeros meses del año pasado. Por la simple razón de que el salario corre muy detrás de la inflación (55% anual vs. 30% en promedio) y más atrás aún del dólar, que registró en una suba interanual de 107% a marzo. Como para sacar un crédito hipotecario en un banco la relación cuota/ingreso no puede superar el 30%, una gran cantidad de asalariados que antes de la crisis calificaban para un préstamo que lo acercara a la casa propia, hoy quedaron muy lejos de esa posibilidad.
Ademas, nadie aconseja tomar un crédito en estos momentos en que el ritmo de ajuste de las cuotas (promedio del 4% mensual), con tasas de interés que se dispararon, está muy por encima de los aumentos salariales, en un contexto de máxima incertidumbre laboral.