Según un informe de la consultora Scentia, en abril el consumo masivo cayó un 6,4%, respecto de igual mes del año pasado, y acumula una baja de 7,1% en los primeros cuatro meses del año. La persistencia de la inflación alta en los primeros meses del año “abortó” cualquier chance de repunte en el consumo en los grandes centros urbanos.
El salario real no se repone tras tener un primer cuatrimestre en el cual la inflación fue de 15,6% (llegó al
55,8% interanual en abril). En marzo hubo recomposición de ingresos en la asignación universal por hijo (AUH) de 46% y las jubilaciones subieron un 11,8 %. Sin embargo, esto no movió las agujas del consumo. Tampoco se vio un cambio de tendencia en abril, pese a que este año los festejos de pascua cayeron en abril y no en marzo como el año anterior.
En abril pasado las ventas en supermercados y autoservicios se derrumbaron un 6,4% respecto al mismo mes del año pasado. Y acumularon una contracción de 7,1% los primeros cuatro meses del año. Los rubros que marcan caídas más importantes fueron artículos de “limpieza de ropa”, que bajaron 13,7%; ”Bebidas sin alcohol” que se contrajo 12,7% y “Bebidas con alcohol”, que cayeron 11%, comparando abril de 2019 contra el mismo mes del 2018.
Los “productos de almacén” fueron los que menos cayeron: – 1,1%. Sin embargo, acumulan en el primer cuatrimestre del año una disminución de 4,2%. En tanto, los “Productos frescos” (carnes, huevos, pastas y congelados) cayeron un 7,1% en abril.
Sin un descenso en la inflación, estos números no van a poder pasar a “terreno positivo”. Probablemente esto se pueda dar recién más cerca del tercer trimestre del año. Siempre y cuando no haya una nueva escalada del dólar, que acelere el proceso inflacionario y diluya cualquier chance de recuperación del consumo masivo.