En mayo el sector exportador de “Oleaginosas y cereales” registró ventas de dólares por U$S 1.709 millones, un 37% menos que en igual mes de 2019 (U$S 2.398 millones). Sin embargo, el resto de los sectores (excluyendo oleaginosas y cereales) fueron compradores netos de divisas por u$s 1.685 millones .
Un factor clave que explica esa demanda de divisas es el volumen de pago de importaciones. Pese a la recesión y la caida en actividad económica, fue mayor en mayo de 2020 que en mismo mes de 2019.
El pago de importaciones de todos los sectores fue en mayo de u$s 3.538 millones, un 32,2% más que en el mismo mes del año pasado. En mayo de 2019, el pago de importaciones sumó U$S 2.676 millones. Casi la mitad del pago de importaciones se concentró en tres sectores: “Industria Química”, “Industria Automotriz” ,”Energía” y “Comercio”. Algo similar había sucedido en abril, cuando el pago de importaciones aumentó 45% en relación a igual mes del año pasado, pese a que este año en el primer mes de la Cuarentena se produjo un derrumbe de la actividad económica (ver gráfico). Pero es una tendencia que se observa clara desde octubre del año pasado ya se sabía que era inevitable un refuerzo del cepo cambiario.
La brecha cambiaria superior al 60% en disparó las expectativas de devaluación. Asi, se elevó la demanda de dólares al tipo de cambio oficial de importadores. Y se agudizó la tendencia de retener la liquidación de divisas de los exportadores (reduciendo la oferta de dólares).
A fines de mayo, el BCRA emitió una normativa (Comunicación “A” 7030) por la cual obligó a los importadores a usar sus propios dolares para el pago de importaciones. Es decir, el BCRA se “sentó” arriba de las reservas internacionales y no permitió que le sigan sacando dólares “baratos” para pagos de importaciones.
Entre el 15 de abril y el 28 de mayo, pese al ‘ súper cepo”, el superávit comercial en la balanza comercial y el período de liquidación de agro-dólares, el BCRA tuvo una posición vendedora en el mercado oficial de cambios. En dicho periodo, el Central acumuló ventas de dólares por 1.759 millones de dólares. En promedio vendió u$S 59 millones por día, un ritmo insostenible en el tiempo.
Por ello, llegó el “super cepo recargado” que ajustó el acceso a los dólares oficiales para importadores. El Central les pidió que usen sus propios dólares en el exterior antes de solicitar dólares a la cotización oficial a la autoridad monetaria. Pero también adicionó restricciones para las personas físicas. Estableció un plazo de 90 días (antes era de 30 días) para acceder al “dólar solidario” para quienes habían operado en el “dólar bolsa”.
Entre el 29/05 y el 23/06, el BCRA registró compras netas de dólares por u$S 916 millones. Recuperando 52% de los dólares vendidos entre 15/04 y 28/05 .
Sin embargo, en las últimos dÍas el Central volvió a tener una postura vendedora en el mercado de cambios. Entre el 18/06 y 23/06 la autoridad monetaria vendió 135 millones de dólares en solo 4 días hábiles. Es decir, un promedio de 33 millones diarios.
El mercado cambiario sigue muy tensionado, porque hay una sobredemanda de dólares de los importadores y una restricción de la oferta por parte de los exportadores. Por eso, pese a que el Banco Central emitió en los útimos días una normativa que supuestamente flexibiliza el cepo recargado para las importadores, en los hechos el mensaje que tramiten funcionarios a los empresarios es simple: “esperen, porque hoy no hay dólares suficientes para todos”.
En el Gobierno dicen que la situación podría destrabarse una vez que se cierre la renegociación de la deuda con los acreedores privados.
Sea como fuere, siguen sonando las alarmas. De hecho, hoy miércoles 1 de julio el Banco Central volvió a vender unos U$S 80 millones por la renovación del cupo de U$S 200 para los que compran dólares dentro del cepo.
Las restricciones cambiarias son muy fuertes para que el BCRA siga vendiendo dólares en el mercado de cambios. Se necesita mayor certidumbre sobre el rumbo económico para que cedan las expectativas de devaluación.
Para ello, es clave una resolución en el tema deuda que se viene “estirando” en el tiempo. Pero también que el Gobierno muestre un programa económico (fiscal y monetario) de mediano plazo. De lo contrario, las únicas alternativas son seguir endureciendo el cepo cambiario o validar un salto en el tipo de cambio oficial con la consecuente aceleración inflacionaria.