Luciano Galfione, presidente de la Fundación Protejer, en un duro diagnóstico sobre la economía: la industria opera al 30% de capacidad instalada y denuncia una competencia desleal que destruye empleos.
El empresario textil Luciano Galfione, presidente de la Fundación Protejer, participó en un diálogo con Maximiliano Montenegro y Martín Genero de Clave Bursátil, donde expuso la dramática situación que atraviesa el sector productivo argentino debido a la falta de consumo, la apertura económica desordenada y la competencia de importaciones, especialmente desde China.
Sectores Productivos vs. la “Macro”
Galfione comenzó señalando que, aunque las estadísticas puedan indicar crecimiento económico, la sensación general es que “todos estamos peor”. Explicó que este fenómeno se debe a que los sectores que están creciendo (como la intermediación financiera y la minería) generan índices enormes pero no crean empleo masivo.
En contraste, los grandes generadores de empleo en la Argentina —comercio, industria y construcción—, que concentran el 80% de los puestos de trabajo formales, se encuentran a la baja. Para Galfione, esta realidad demuestra que la economía real no siempre se refleja en el crecimiento del PBI. El empresario insistió en que la única manera de generar riqueza es “transformar las cosas de una cosa a otra” (agregado de valor), diferenciándolo de la “especulación” financiera.
La Crisis Textil: Cierres y Despidos Masivos
La situación de la industria textil es crítica. Galfione indicó que el sector está utilizando solo el 30% de su capacidad instalada, lo que significa que todas las empresas que están produciendo están perdiendo dinero. Esta caída es drástica, ya que venían de utilizar el 60% el año pasado.
El empresario, cuya propia compañía de hilado, tejeduría y tintorería opera al 20% de capacidad utilizada con 140 empleados, advirtió que esta situación es insostenible en el corto plazo.
Galfione reveló que en el sector ya se han perdido 15.000 puestos de trabajo formales y han cerrado entre 200 y 300 empresas. Muchos empresarios habían estado “aguantando” el empleo a la espera del resultado electoral, pero tras la definición, se ven obligados a tomar decisiones para adecuar sus negocios a la baja capacidad productiva.
Denuncia de Subsidio a China y Competencia Desleal
El empresario textil lanzó una fuerte crítica a la política de importaciones, especialmente contra las plataformas de e-commerce chinas como Shein y Temu, un discurso que Maximiliano Montenegro calificó como “muy Trump”.
Galfione sostuvo que se está subsidiando a la producción extranjera al permitir que plataformas no paguen aranceles ni impuestos, mientras que el productor local debe enfrentar Ingresos Brutos, IVA y Ganancias. El empresario planteó la dicotomía: “Dejemos de subsidiar a los chinos porque cuando traemos de Shein y de Temu que no le cobramos ningún impuesto, estamos subsidiando a los chinos”.
Galfione cuestionó: “¿Por qué tengo que subsidiar a los chinos que vienen a 20.000 km de la Argentina y no puedo subsidiar a un flaco que vive en Florencio Varela?”.
Incluso, los importadores tradicionales están perdiendo contra estas plataformas debido a que ellos sí pagan muchos más impuestos. En la práctica, hoy día, lo que está destrozado en Argentina es el consumo. Aunque inicialmente muchos buscaron volcarse a la importación, actualmente no se vende ni producto nacional ni importado.
Productividad Argentina versus Competitividad
Consultado sobre las desventajas del sector, Galfione aseguró que la industria argentina es altamente productiva, posee índices de producción y tecnología de “clase mundial” (máquinas alemanas e italianas) y personal capacitado. Sin embargo, esta alta productividad se ve anulada por la falta de competitividad generada por el contexto macroeconómico argentino.
Entre los factores que aniquilan la competitividad están:
1. Costo Financiero: Tasas de interés que rondan el 80% cuando el mundo paga un 3%.
2. Macro Desordenada: La inflación anualizada en Argentina ronda el 30%, muy lejos del 3% mundial que indicaría una macro ordenada.
3. Logística y Energía: La logística es “carísima” debido a las rutas destrozadas y el alto impuesto a los combustibles. Aunque la energía en “boca de pozo” (Vaca Muerta) pueda ser barata, el costo final en la puerta de la fábrica es muy elevado debido al transporte y la distribución (Transener, Edenor/Edesur).
Galfione también advirtió que la política arancelaria actual es desorganizada, citando casos donde se baja el arancel al producto final importado mientras se mantienen altos los aranceles para los insumos necesarios para la producción nacional.
El Riesgo de la Transición Social
Martín Genero planteó si el sector textil no estaría “remando contra la corriente” de una transición económica buscada por el gobierno para desarrollar sectores con ventajas comparativas (como minería o agro).
Galfione admitió que en teoría podría estar de acuerdo, pero enfatizó que este planteo es “irresponsable” en la Argentina actual, que tiene un 40% de pobreza.
La industria textil genera 500.000 puestos de trabajo. El empresario argumentó que la Argentina no puede elegir qué sectores potenciar sin tener un plan de transición que dure al menos 25 años para reubicar esa mano de obra. No se ve que los sectores en crecimiento (intermediación financiera o minería) puedan absorber a 500.000 personas en el corto plazo, y quienes quedan sin empleo formal terminan en “empleos absolutamente precarios” como Uber o Rappi.
Finalmente, Galfione recordó que el propio Presidente había planteado en campaña seguir una secuencia de tres pasos: 1) Ordenar la macro; 2) Bajar los impuestos; y 3) Abrir la economía. El empresario lamentó que, en la práctica, se haya abierto la economía sin haber ordenado la macro o bajado los impuestos, lo que está “destrozando todo el entramado productivo”






