Según los últimos datos del Indec, el consumo de servicios públicos cayó 4,6% en noviembre (último dato disponible), respecto a noviembre de 2017. Mientras que las ventas de combustibles se redujeron 3,6% en enero, en relación a igual mes del año pasado. Los fuertes ajustes de tarifas y de las naftas, que se aceleraron tras la devaluación en un contexto recesivo, desplomaron el consumo.
El peso de las boletas de servicios públicos en el presupuesto familiar se duplicó se duplicó en los últimos tres año. Según la consultora de Orlando Ferreres, a fines de 2015 representaban un 4,2% del ingreso promedio de los hogares. Mientras que a fines del año pasado equivalían ya a casi el 10%. Por lo que los nuevos aumentos de tarifas sumando a un contexto recesivo impactaron sobre el consumo de servicios básicos, como luz, agua, gas y transporte. Aún tratándose de servicios con una “demanda inelástica”, como transporte, que es difícil de reemplazar ante el aumento de su precio, se observa una notoria disminución en la demanda.
Según lo informado por el INDEC, a partir del indicador sintético de servicios públicos (ver gráfico), en noviembre pasado la cantidad de bienes públicos consumidos cayó un 4.6% respecto al mismo mes del año anterior. El transporte de pasajeros que cayó un 6,3%, el uso de peajes disminuyó un 13,7% y el servicio de correo un 13,8% (entre noviembre 2017 y noviembre de 2018). Mientras que consumo de electricidad, gas y agua se contrajo un 3,5%. Y hasta cayó la recolección de residuos en un 1%, en noviembre de 2018 respecto a mismo mes de 2017.
Los consumidores tienen que reasignar gastos ya que no solo suben tarifas, sino que también el resto de los bienes, como por ejemplo alimentos, que también aumentan muy por encima de la inflación.
Algo similar ocurre con el consumo de combustibles. El precio de los combustibles está atado a la cotización del dólar y al precio internacional del petróleo. Esto provó que la aceleración de los aumentos tras la devaluación terminaran impactando fuertemente en las ventas. Según la Secretaria de Energía, el consumo de combustibles (promedio) cayó un 13% comparando enero del 2019 contra mismo mes de 2018. Mientras que la venta de nata súper subió un 4,2% para dicho periodo. Sin embargo las ventas de nafta premium se desplomaron 26% comparando enero de 2019 contra mismo mes de 2018. Por último, la cantidades vendidas de gasoil cayeron 6,7% en enero de 2019 respecto de mismo mes del año anterior.
