El Gobierno del Frente de Todos ya sufrió 3 momentos críticos con un riesgo elevado de “espiralización” de la crisis. Esos 3 picos tuvieron una disparada fuerte en los dólares alternativos y el dólar libre y de la brecha cambiaria a niveles insostenibles (arriba del 130%).
Cada vez que esto ocurrió vinieron medidas más “ortodoxas” y calmaron las “aguas”. El punto clave es que el margen de maniobra se acorta con el tiempo y es posible que no haya lugar para una nueva disparada cambiaria sin entrar en una crisis más profunda ( “súper” inflación y recesión).
En octubre de 2020 cuando el dólar paralelo se fue a $195 pesos por dólar (un cotización a valores de hoy, ajustada por inflación, arriba de $ 430 pesos) y la brecha con el dólar oficial alcanzó el 150%, se “empoderó” a Martín Guzmán quien tomó medidas de emergencia (de corto plazo), se acercó al FMI y aplicó un ajuste fiscal y monetario en el arranque de 2021. Así, logró “bajar la fiebre” del dólar.
En enero de 2022, hubo otra disparada del dólar cuando aumentaban las probabilidades de que Argentina cayese en default con el FMI. Este salto del dólar y disparada en la brecha cambiaria se “desactivo” en marzo con el acuerdo con el FMI y el primer desembolso del organismo.
En julio fue el último “sacudón cambiario” que se llevó a 2 ministros de economía en pocas semanas. El dólar blue llegó a $350 pesos y se activaron todas las alarmas.
Ahora, el ministro Sergio Massa logró mantener una calma cambiaria durante 4 semanas. Cómo se dice “una golondrina no hace verano” . Todavía falta para consolidar y anclar las expectativas. Por ello, hay que seguír monitoreando las variables porque cada vez que se aleja el “susto” al estallido, el Gobierno tiende a subestimar los desequilibrios macroeconómicos e indirectamente “alimenta” la posibilidad de un nuevo “round” cambiario.
DINAMICA INSOSTENIBLE DEL DÓLAR TARJETA Y DÓLAR AHORRO
Según el último informe de la “Evolución del Mercado cambiario” del BCRA, en julio pasado el número de compradores de los U$S 200 dólares dentro del cepo (al tipo de cambio oficial más el 30% impuesto PAIS y 35% de recargo a cuenta de impuesto a la Ganancias) aumentó 58% respecto a mayo de 2022. Según el BCRA, 1,4 millones de personas accedieron al “dólar ahorro”(contra 885 mil personas el mes previo) .
En julio pasado, las compras netas de dólares alcanzaron los U$S 256 millones (en julio de 2021 fueron solo U$S 125 millones), una suba del 104,8% interanual.
En tanto, el déficit por compras en el exterior (los dólares que gastan los argentinos en el exterior menos los dólares que los extranjeros traen al país, incluido turismo y compras por internet) alcanzó los U$S 757 millones. Es el mayor registro desde mayo del año 2018 (cuando se consumieron U$S 862 millones)
El BCRA tuvo un rojo de divisas por compras al exterior 288% más alto que en julio de 2021, 40% más alto que julio de 2019 (pre-pandemia) y 16% mayor que julio 2018. Así, en el acumulado de los últimos 12 meses alcanzó a un déficit por compras en el exterior de u$s 5.284 millones (ver gráfico).
En febrero de 2021 el déficit acumulado de los últimos 12 meses tocó un “piso” (mínimo) de U$S 1.639 millones por el efecto de la cuarentena dura y la paralización de los vuelos al extranjero.
Actualmente el nivel de déficit por compras en el exterior está U$S 3.645 millones por encima de ese mínimo. Y está solo U$S 400 millones de dólares por debajo del promedio de 2019 (pre-pandemia) .
En julio las compras de dólar ahorro más los consumos con tarjeta en el exterior superaron los 1.000 millones de dólares. Esto no es sostenible en el tiempo con un BCRA con prácticamente 1.000 de reservas netas (dólares disponibles).
Aun con la demanda del “dólar ahorro” volviendo a los niveles de abril/junio de u$s 140 millones mensuales con el déficit por compras en el extranjero arriba de los U$S 700 millones, representa una una demanda constante de casi 850 millones por mes. Una demanda que apunta a consumir 9.000/10.000 millones anuales. Ante estos números el BCRA ya empezó a tomar medidas y se conoció que el Gobierno impedirá la compra del “dólar ahorro” a las personas que sigan con los subsidios en las tarifas de luz y gas. Igualmente, el grueso del problema sigue siendo el “dólar tarjeta”. ¿Habrá desdoblamiento cambiario?