Rogelio Frigerio llamó, se enojó, ordenó alineamiento y en algún caso extremo citó de urgencia a la Casa Rosada a referentes provinciales de Cambiemos.
Como enlace de Mauricio Macri con los gobernadores y teórico garante de los acuerdos Nación-provincias, el ministro de Interior tuvo que intervenir por las múltiples quejas de caciques del PJ que reprocharon "falta de reciprocidad" de Cambiemos en las provincias.
El cordobés Juan Schiaretti, el salteño Juan Manuel Urtubey, Domingo Peppo del Chaco y la fueguina Rosana Bertone se quejaron ante Frigerio porque mientras ellos respaldaron el paquete de proyectos de Macri, como la resistida reforma previsional, en sus provincias Cambiemos les jugó en contra.
La semana pasada, Schiaretti reprochó en público la actitud de la UCR y el PRO en la provincia que lo acusan de "discriminar" a municipios radicales. El tironeo forzó la intervención de Frigerio que ayer, junto al jefe de Gabinete Marcos Peña, recibió a 22 legisladores cordobeses.
La tensión ocurre en un momento clave: la Casa Rosada apuesta a un raid en el Congreso para aprobar siete leyes que considera imprescindibles, desde la reforma previsional y la reforma tributaria a la ley de Responsabilidad Fiscal. "La intención es ayudar a que todos los gobiernos tengan su presupuesto aprobado", explicaron a Clarin desde Casa Rosada.
En Salta, salvo tres legisladores del PRO, los radicales, el sector que responde a Gustavo Sáenz -el intendente de la capital que fue aliado de Sergio Massa- y Betina Romero, la hija del ex gobernador, votaron en contra del Pacto Fiscal que promovió Juan Manuel Urtubey y era un eco de lo acordado a nivel nacional.