Habló el primer juez del caso Maldonado: "No me arrepiento de nada"

habl-el-primer-juez-del-caso-maldonado-no-me-arrepiento-de-nada-2018-01-16

“No me arrepiento de nada”. La frase es del juez federal de Esquel, Guido Otranto, el primero que intervino en la muerte del joven Santiago Maldonado. Se refería a sus declaraciones respecto a su hipótesis respecto a que el artesano había muerto ahogado lo que finalmente terminó siendo la causa del deceso.
“Yo no prejuzgué en mis declaraciones”, evalúa ahora. Según su análisis, los jueces tienen que informar a los medios de casos públicos, en la medida que se pueda. “Creo que en esa nota no prejuzgué y lo que ocasionó mucho impacto fue el título de la nota. Pero yo no pongo los títulos. Revisé una y otra vez la filmación, porque yo di una entrevista televisiva y luego el diario extrajo algunas partes y las transcribió”.

Luego de su silencio de varios meses con la prensa local, ayer respondió preguntas de periodistas durante al acto de Gendarmería por la asunción del nuevo jefe del Escuadrón 36 Esquel.Tras aquellas declaraciones, Otranto fue separado del caso y reemplazado por el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral, quien llegó al final de las investigaciones. Finalmente, el cuerpo de Santiago Maldonado fue encontrado en el Río Chubut el 17 de octubre pasado, unos 80 días después de su desaparición tras un enfrentamiento con Gendarmería Nacional.

Otranto dijo también que en aquellas declaraciones planteó varias hipótesis y nunca descartó que pudiera existir una desaparición forzada, si no que, recordó, no estaban las pruebas.
La postura de conjeturar que quizá Maldonado se había ahogado, para el juez federal de Esquel “era razonable por la situación misma, ya que las personas que lo habían visto dijeron que corrió hacia el río y en temperatura bajo cero, además de tener características engañosas”.
Para Otranto, “el tema se resolvería recién con la aparición del cuerpo, y era una eventualidad nada segura porque dependía de factores climáticos”.
 
El magistrado recordó que él había dispuesto un rastrillaje del río Chubut de 60 kilómetros, partiendo del "punto cero", que era el lugar donde supuestamente había cruzado Santiago Maldonado. Después, al darse cuenta que podría haber sido otro punto de eventual cruce, es que ordenó ampliar el rastrillaje abarcando el área de asentamiento de la comunidad del Pu Lof Cushamen.
No obstante, aseguró que no le sorprendió la aparición del cuerpo en las inmediaciones de la comunidad aborigen, porque no se conocía un punto exacto donde habría intentado cruzar el río el artesano. Y agregó que tal vez apareció por el aumento del caudal del río y el estado de descomposición avanzado del cuerpo.
 
También contó que no estuvo amenazado. "Sólo que se hacía difícil la salida del edificio; en una oportunidad se tomó la planta baja y con anterioridad al caso Maldonado, con motivo de la detención de Facundo Jones Huala, habían roto vidrios y realizado pintadas acerca de mí. Por eso reforcé la custodia”.