Vacaciones. Casualidad o causalidad, ese será el remedio del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, para salir del candelero público al que ingresó desde que se difundió un audio de WhatsApp en el que insulta a una ex empleada doméstica. El funcionario partió hoy a Chapadmalal y permanecerá allí nueve días,confirmaron a este diario sus allegados, que rechazaron que el tiempo y la fecha de descanso tuviera que ver con su protagonismo en las noticias. “Ya lo tenía decidido desde fin de año”, señalaron. En el Gobierno no lo confirmaron ni lo desmintieron.
El ministro mantuvo conversaciones con el presidente Mauricio Mauricio y con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y les explicó la polémica que protagonizó con Sandra Heredia, a la que definió como una empleada de su hermano, Carlos Triaca.
“Sandra, no vengas, eh. No vengas porque te voy a mandar a la concha de tu madre. Sos una pelotuda”, insultó el funcionario a Heredia en el audio que publicó el portal Opi Santa Cruz y que no tardó en viralizarse. Triaca rechazó mantener un vínculo laboral con ella, pero en una entrevista con la señal televisiva de La Nación la había confirmado como empleada suya.
Heredia relató a ese portal y a radio ConVos que el pasado 6 de enero fue citada por el cuñado del ministro, Sergio Borsalino, que la echó. “Triaca me tenía en negro y me metió a trabajar en un sindicato intervenido. Tengo miedo”, señaló la ex casera. Se refería al Sindicato de Obreros Marítimos Organizados (SOMU), el gremio que dirigía el sindicalista Omar “Caballo” Suárez, hoy detenido, y que fue intervenido por la Justicia. “Eso es una cagada”, graficó sin eufemismos sobre ese detalle un poderoso integrante del Gabinete. Según Heredia otros 250 empleados habrían ingresado al gremio intervenido.
Otros ministros, en cambio, evitaron cargar contra el titular de la Cartera laboral. “El Presidente no está conforme con la relación con los gremios, pero a nadie se le ocurre echarle la culpa a Jorgito”, explicó otro ministro de diálogo fluido con el Jefe de Estado. Triaca es, con excepción de Peña, los vicejefes de Gabinete y Frigerio, de los pocos ministros que acude dos veces por semana a las reuniones de coordinación con Macri.