María Eugenia Vidal decidió reducir el porcentaje de subsidio que el Estado provincial aporta a la actividad hípica. Será un recorte de casi 300 millones de pesos en los fondos que se destinan para premios, organización y logística en los hipódromos que funcionan en el territorio bonaerense.
Es, para la gobernadora, una cuestión de prioridades: “Ese dinero lo vamos a usar para la remodelación de hospitales o la construcción de viviendas. El gobierno debe dar el ejemplo y poner los recursos donde la gente los necesita”, explicó Vidal en la Gobernación cuando informó sobre la modificación del artículo 29 de la Ley 13.253 que fija el porcentaje de subsidio a la actividad hípica. Pasará del 12% sobre lo recaudado en las tragamonedas, como es ahora, a un 9% de ese fondo.
El año pasado, el Instituto de Lotería Provincial derivó casi 1.000 millones de pesos por ese concepto. En 2018 la proyección era de 1.300, pero con el recorte quedará casi igual que el año pasado. “Se pueden construir 1.000 casas; comprar 650 ambulancias; remodelar 30 guardias o hacer 125 kilómetros de rutas con ese dinero”, graficaron en La Plata.
Vidal ya mostró señales de que busca achicar la participación estatal en el juego. En enero se confirmó que la Provincia cerrará tres casinos (Necochea, Mar de Ajo y Valeria del Mar) y que cesara la concesión de uno de los 45 bingos que están abiertos en todo el territorio. Sostiene esa política como lucha contra “las mafias” de las apuestas clandestinas y para reducir la ludopatía que, aseguran en el gobierno, impacta sobre los sectores mas vulnerables de la escala social.
“Detrás del juego hay muchas familias que son víctimas de la ludopatía. El Estado tiene que estar cerca de esas familias y no promoviendo el juego", dijo la gobernadora.
La actividad genera “más de 40 mil empleos directos e indirectos”, en los alrededores de los circos de carreras. Eso incluye potrilleros, vareadores, jockeys, veterinarios, agronomías y forrajerías, petiseros. “Es el juego menos adictivo de los que hay en el mercado”, aseguran cerca del Jockey Club, la tradicional entidad que además de agrupar a los criadores y aficionados, administra el Hipódromo de San Isidro.