Primer acto: el ministro de Producción, Francisco Cabrera, les pide públicamente a los industriales que "dejen de llorar e inviertan y exporten". Era una respuesta a las críticas de los dirigentes empresarios por el crecimiento de las importaciones.
Segundo acto: el presidente Mauricio Macri felicita al funcionario durante la reunión de Gabinete y asegura que a los empresarios "(Guillermo) Moreno les rompió la cabeza".
Tercer acto: Elisa Carrió se alegró en Twitter por la detención del ex presidente de la UIA Juan Carlos Lascurain y afirma que algunos más deberían seguir su camino.
Cuarto acto: José Urtubey critica las "bravuconadas y descalificaciones" del Gobierno hacia la Unión Industrial Argentina.
El Gobierno ya decidió cuál será el quinto acto. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Producción, Francisco Cabrera, convocaron a una reunión al consejo directivo de la central industrial. El convite está programado para este lunes en la Casa Rosada, al mediodía. La invitación surgió del primer piso de Balcarce 50.
La reunión del lunes pretende bajar el tono de la confrontación discursiva y mostrar coincidencias en una agenda de trabajo. “No puede seguir pasando que sigan aferrados a las viejas prácticas. Que la única opción sea que cerremos las importaciones, algo que encarece los precios, y que si no lo hacemos, salgan a denunciarlo públicamente”, adelantaron en el Ejecutivo sobre el planteo que escucharán los dirigentes industriales en la reunión. Añadieron que no habrá grandes anuncios después del encuentro. “Los contactos y las reuniones son permanentes, tenemos diálogo para mejorar la competitividad sector por sector. Nosotros hacemos los deberes, del lado de ellos queda la parte de invertir e innovar”.
El presidente de la UIA, Miguel Acevedo, ya confirmó su asistencia. Lo acompañará Daniel Funes de Rioja, de la Cámara de Alimentos. El malestar de los industriales se hizo patente en la reunión del martes pasado con los referentes de todo el país. La mesa chica de la organización, tras reunirse, presionó públicamente.
Entre los industriales hay malestar por la apertura de las importaciones en algunos segmentos, porque no pueden ofrecer precios competitivos. Además, el dólar según la visión de los exportadores- está atrasado. También, se quejan por los costos de logística y de energética. Básicamente -añaden- el reclamo es por la falta de rentabilidad.
La industria del calzado y los textiles son los más complicados. En el Gobierno están cada vez más convencidos de que no tiene sentido sostenerlos.
Acevedo, que declaró que le dolieron los dichos del Presidente, tiene una posición más componedora que algunos de los socios más importantes de la UIA, como Techint y ARCOR. "Hay un mejor clima de negocios, pero los resultados todavía no se ven. Tenemos que decirlo, no se pueden enojar", le escucharon decir al titular del organismo en la intimidad.
En el Gobierno insisten en que hay una política para reducir los costos logísticos, mejorar el financiamiento, bajar los aranceles de los bienes de capital, aumentar los reintegros a la exportación y desmalezar los procesos burocráticos.