Mientras el oficialismo avanza fortalecido en las encuestas hacia las primarias, la mayor parte de la oposición sigue construyendo dos ofertas electorales.
Después de perder en Salta ante el kirchnerismo y de abrir la caja de pandora de la interna porteña, ahora Mauricio Macri busca recuperar aire en su proyecto presidencial.
El líder del PRO quiere cantar victoria en las elecciones del próximo domingo, en Santa Fe y Mendoza.
El macrismo espera sumarle a su propio caudal de votos la estructura del PJ ortodoxo y del radicalismo cuyano.
En la vereda de enfrente, Sergio Massa se encamina hacia una confluencia con el peronismo no kirchnerista. Su entrada en la cena del CIPPEC junto a José Manuel De la Sota fue el primer paso en busca de afianzar un acuerdo.
Decidido a jugar en las primarias, el gobernador de Córdoba lanzó su campaña presidencial en la calle Corrientes acompañado por figuras del massismo Aprovechó para criticar a su amigo Daniel Scioli por ser más de lo mismo.
Pero además cargó con artillería pesada contra la alianza de Macri y el radicalismo.
Las divisiones en la oposición contrastan con el ánimo de algunos empresarios que estuvieron en la cena del CIPPEC en el Hilton.
Son los que temen que el escenario de Salta con un kirchnerismo triunfante pueda repetirse a nivel nacional.
Macri necesita la fortaleza de Massa en la provincia de Buenos Aires y Massa precisa extender su proyecto al resto del país, como lo está haciendo Macri. ¿Es posible todavía un acuerdo de los dos líderes de la oposición? ¿O ninguno de los dos está dispuesto a relegar sus aspiraciones personales?