Aunque todavía no se difundió la letra chica del acuerdo con el Fondo Monetario, los documentos y cuadros que publicó el Ministerio de Hacienda permiten conocer con cierto detalle por dónde pasará el ajuste fiscal que el Gobierno se comprometió a realizar. La cifra de déficit fiscal primario (el gasto supera a la recaudación, sin contar el pago los intereses de la deuda) prevista para este año es igual a la que ya había anunciado Dujovne hace algunas semanas: 2,7% del PBI (frente al 3,2% que figuraba en el Presupuesto 2018). El único dato novedoso es que en el cuadro de la página 10 (ver cuadro) que distribuyó el Ministerio de Hacienda queda claro donde estará la mayor parte del “ahorro fiscal”. Allí se dice que la obra pública (gastos de capital) se achicará 0,7% del PBI: unos $ 105.000 millones de pesos menos. Otra fuente del ajuste serán los “salarios y compra de bienes y servicios (gastos de funcionamiento)” del Estado: la reducción prevista es de 0,4% del PBI, unos $ 60.000 millones menos en términos reales. El resto es fundamentalmente subsidios: una reducción de $ 45.000 millones (0,3% del PBI). Y una caída de 0,2% del PBI en transferencias discrecionales a provincias.
Para 2019, la meta de achicar el déficit fiscal primario al 1,3% del PBI (originalmente era de 2,2% del PBI) supone una reducción del déficit en $ 210.000 millones a valores de hoy. Y para lograrlo el esquema es similar al de este año: recorte de obra pública de 0,6% del PBI respecto de este año ($ 90.000 millones). Apretón adicional en subsidios de 0,4% del PBI ($ 60.000 millones), aún mayor a la cuenta de este año, lo que implicará aumento de tarifas de servicios públicos bien por arriba de la inflación. Recorte en la transferencia a provincias (-0,3% del PBI); y de salarios públicos y gastos de funcionamiento en términos reales (-0,2% del PBI).
El Gobierno se guarda dentro del acuerdo una mínimo margen de maniobra que denominó cláusula social: 0,2% del PBI (unos 30.000 millones) podría flexibilizarse la meta sin consulta al Fondo para incrementar gastos sociales “si las condiciones sociales empeoran”. Incluso, en el comunicado del Fondo se dice que “si la economía se desacelera o el desempleo sube más rápido de lo previsto actualmente” se podría ampliar con esos recursos extra la cobertura social.