Algunos altertan que con la inflación mensual de los últimos 6 meses, no tiene lógica dejar que el dólar vaya hacia abajo. Hoy cerró a $ 42,88 en el minorista y 41,89 pesos en el mercado mayorista.
De hecho, desde septiembre pasado, la inflación acumula 36%, mientras que el dólar está prácticamente en los mismos niveles de entonces (Ver acá: “Con la cotización en baja a 43 pesos, a cuánto puede caer el dólar real hasta la elección”).
Sin embargo, la “calma” en el mercado de cambios (durante más de 2 meses) tuvo su efecto sobre el índice de confianza del Consumidor, elaborado por la Universidad Di Tella.
Rebotó fuertemente en junio: subió 11,2% respecto a mayo (ubicándose en 40,6 puntos). Y mejoró un 12,8% respecto a junio de 2018. La evolución de este índice es importante, porque suele mostrar una elevada correlación con el porcentaje de votos del oficialismo de turno en las elecciones.
Más allá de las advertencia de algunos economistas, el dólar planchado y la desaceleración de la inflación están impactando en las encuestas, con una mejora persistente de los números de intención de voto del Gobierno. Y eso, a su vez, impulsa el ingreso de fondos financieros de corto plazo, que buscan aprovechar las altas tasas de interés en pesos, provocando un descenso del riesgo país, en un contexto internacional con viento a favor hoy para Argentina.
Un “circulo virtuoso” que beneficia al oficialismo en el corto plazo, pero que, como siempre, tiene sus riesgos a futuro.
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