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Como lo hemos comentado muchas veces, el "dólar real" es una indicador que se suele tomar para medir la competitividad de la economía en relación a Estados Unidos. O si se prefiere, el poder de compra del dólar en la economía argentina en distintos momentos históricos. La cuenta es simple: el valor del dólar nominal en cualquier momento historico traido a la actualidad adicionándole la inflación del período, y restándole la inflación norteamericana en el mismo período de tiempo. 
   Los economistas prefiere utilizar el "tipo de cambio real multilateral" como una medida más precisa de la competitividad de la economía ya que la cuenta incorpora no sólo el dólar sino una canasta de monedas de los socios comerciales del país (dólar, euro, real), contemplando los tipos de cambios y las inflaciones en esos países o regiones. Pero lo cierto es que el "dólar real" o "tipo de cambio real bilateral" (con Estados Unidos) funciona bastante bien para identificar las épocas de atraso cambiario, en los que en Argentina se potencia la compra de dólares para atesorar, el boom de turismo en el exterior y el boom de importaciones baratas. 
   De hecho, a fines de abril, cuando se disparó la corrida al dólar con el tipo de cambio de 20 pesos, el ex presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, decía que ese dólar no estaba atrasado y que había que mirar el tipo de cambio real multilateral que publicaba el Banco Central. Sin embargo, el "dólar real" estaba apenas 10% arriba del dólar oficial super-barato que había dejado Cristina al final de su mandato. Y con ese dólar a 20 pesos había boom de viajes a Miami y se batían récord de compra de dólares para atesorar.
 
  Es interesante hacer nuevamente la cuenta, ahora que el Gobierno parece estar dispuesto a vender otra vez muchos dólares de las reservas a un valor cercano a los 30 pesos para estabilizar la cotización (Hoy vendió 200 millones de dólares, de los 500 millones que ofertó, para evitar que la cotización subiera, tras la licitación de las Lebacs).
   ¿Este dólar a 30 pesos es caro o barato en relación a los últimos años? Veamos:

   Según los cálculos de la consultora Macroview (ver cuadro), a valor de hoy, el dólar de mayo de 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, sería un dólar de 42,50 pesos. (De nuevo: al dólar de 3 pesos de entonces, le sumamos la inflación del período). Es decir que para comprar con 1 dólar hoy lo mismo que se podía comprar en Argentina en mayo de 2003, el dólar debería cotizar casi 43 pesos. (Hoy un dólar compra menos que en aquel entonces porque la inflación desde 2003 fue mayor a la suba del dólar) Ese era el dólar "superalto" con el que asumió Kirchner, que provocaba un fuerte estimulo a las exportaciones, y establecía una protección natural para la producción local frente a las importaciones. Un dólar real imposible de alcanzar hoy, porque, aún si la devaluación continuara aceleradamente, muy problemente la inflación correría rapidamente el arco.
   El dólar de diciembre de 2007, cuando asumió Cristina su primer mandato, también era un dólar más alto que el actual: de casi 34 pesos. Todavía era tiempos en los que había "colchón de competitividad", aunque la inflacion empezaba a comerse ese "dólar alto" rápidamente.

  El dólar a 30 pesos es el dólar real más alto de la era Macri –está 10% arriba del dólar de salida del cepo, que a valores de hoy sería un dólar de $ 27,20. También es 15% mayor al dólar de Kicillof, cuando devaluó en enero de 2014 (llevando la cotización de 6,50 a 8 pesos): hoy ese dólar –que duró poco por el salto inflacionario– equivaldría a $ 26. Y por su puesto es un dólar 50% más alto que el tipo de cambio oficial que dejó Cristina antes de abandonar el poder, que hoy equivaldría a 19,50 pesos.
  Conclusión: si se lograran normalizar las condiciones financieras, un dólar a 30 pesos –que se vaya ajustando mes a mes con la inflación– podría ser un dólar competitivo para reactivar el turismo local, las economías regionales, y otros sectores que compiten con importaciones. Dicho de otro modo: un dólar que ajuste –junto con la recesión en el corto plazo– el gran déficit de la cuenta corriente del balance de pagos. Menos importaciones, menos turismo en el exterior y más exportaciones.

   Sin embargo, la pregunta clave, ya que el Banco Central parece estar dispuesto a evitar una devaluación mayor, es si este dólar a 30 es suficientemente alto para frenar la corrida y el atesoramiento récord de dólares. En el última instancia, si están dadas las condiciones para que quienes compraron dólares los empiecen a vender. Ya sea porque creen que está caro y no puede subir más; o porque consideran que es un buen momento para venderlos y comprar autos, inmuebles, bienes durales, etc, porque están más baratos en dólares que antes de la devaluación. (En la jerga, si ajusta la cuenta capital: si a esta cotización, dejan de salir dólares y empiezan a entrar).

   Un  dato para tener en cuenta en este sentido. Para quienes compraron dólares durante fines de 2014 y todo 2015, en pleno cepo, en el mercado paralelo a alrededor de 15 pesos, ése dólar a valor de hoy equivaldría a un dólar de 35/36 pesos. Así que para los que atesoraron con aquel dólar, éste tal vez todavía les parezca barato. En última instancia todo dependerá de si el Gobierno logrará recrear la confianza perdida y trazar un horizonte en el que las expectativas sean mejores que este presente.