Consumo con tarjetas y préstamos prendarios siguen creciendo fuerte: qué hay detrás

El stock de préstamos al consumo (préstamos personales, prendarios y tarjetas de crédito) rebotó nuevamente en noviembre; hasta el 26/11, subió 5%, respecto de octubre. Por encima de la inflación esperada (entre 3/3,8% en noviembre).

El consumo con tarjetas de crédito subió 6,2% (también muy por encima de la inflación esperada) y los préstamos prendarios 5,9% (tomando promedio mensual), todo expresado en términos nominales. Los préstamos personales siguen rezagados: crecieron sólo 2,6%.

Según la información del BCRA, los préstamos en pesos al sector privado acumulan en lo que va de noviembre un crecimiento de 3,3% nominal, producto de la expansión de las líneas de crédito al consumo (fundamentalmente préstamos prendarios y tarjetas de crédito). En cambio los créditos a las empresas tuvieron un aumento menor, lo mismo obviamente que los créditos hipotecarios, que están prácticamente congelados.

Hasta el 26/11, los consumos con tarjeta de crédito subieron 6,2%, los créditos prendarios 5,9% y los prestamos personales 2,6%, respecto al mes anterior (tomando promedios mensuales).  

Mientras que las líneas comercial de documentos a las empresas subieron 2,3%, los adelantos en cuenta corriente a empresas se mantuvieron en el mismo nivel (0%) y los créditos hipotecarios subieron apenas 0,3%, todos respecto a octubre pasado.

Los adelantos a empresas, en noviembre se mantuvieron en el mismo nivel (0%). Es decir, que cayeron 3,6% en términos reales. Tras el pico de abril/mayo, impulsados por los préstamos garantizados por el Estado a las empresas en los dos primeros meses de la cuarentena, los bancos volvieron a ajustar el crédito a las empresas. El stock total de adelantos llegó a $309.651 millones en mayo, actualmente es de solo $276.970 millones (ambos promedio mensual). Es decir, tuvieron una caída de 10,6% desde el pico de mayo.

Vale señalar que en abril hubo un “boom” de los adelantos a empresas por la línea especial, impulsado por el Gobierno (con tasas del 24% anual) para poder afrontar sus obligaciones en medio de la pandemia. En abril, el stock –promedio- de adelantos a empresas en cuenta corriente se disparó 25,2% nominal.

Según el BCRA, esta línea de crédito especial acumuló desembolsos por un total de $538.381 millones hasta principios de noviembre, distribuidos entre casi 328.000 empresas.

A partir de junio, las líneas de ayuda del Gobierno se focalizaron en préstamos a trabajadores (monotributistas y autónomos), vía tarjeta de crédito hasta un tope de $150.000 a una tasa de interés 0% anual. Según el Informe sobre Bancos del BCRA, hasta fines de noviembre llevan otorgados  $66.373 millones (98% ya desembolsado) mediante unos 560.930 préstamos.

En noviembre, el stock de préstamos al consumo con tarjetas de crédito subió 6,2% (nominal) y marcó el sexto mes consecutivo de suba en términos reales. Pese a la reducción en los programas de ayuda del Gobierno el consumo con tarjeta sigue recuperándose. Y está solo 5,6 puntos debajo del inicio de la crisis en marzo de 2018. Mientras que ya supero por 10,6 puntos porcentuales a los niveles pre-pandemia de febrero/2020 (ver gráfico).

Según el informe de CEPXXl (Centro de Estudios para la Producción), una de las claves de la expansión del consumo con tarjetas fue el programa Ahora 12 con la incorporación de los 3 meses de gracia para el primer vencimiento.  

También contribuyó la reapertura de los shoppings y en el caso del turismo el programa “Previaje”.  

En octubre ( último dato oficial de “Ahora 12”) crecieron las ventas con “Ahora 12” un 29,7% mensual en términos reales. Y fueron 30,8% superiores a las de la primera quincena de marzo (pre-pandemia), en valores constantes (descontando la inflación).

En tanto, los préstamos prendarios subieron 5,9% (tomando el promedio mensual) en noviembre, respecto del mes de octubre. Es la quinta suba mensual consecutiva por encima de la inflación. Este aumento en la demanda de créditos prendarios está vinculada a la evolución de las ventas de automóviles y las promociones que ofrecen las propias automotrices.

Además, esa recuperación no sólo estuvo motorizada por el crédito sino también por el atractivo que genera para quienes poseen ahorros en dólares la brecha cambiaria: al dólar blue, el valor en dólares de los autos está en un piso histórico.

Por otro lado, el stock de créditos personales subió un 2,6% (tomando el promedio mensual), pero cayeron 1,1% en términos reales (descontando la inflación). La combinación de una alta tasa de interés para préstamos personales (el costo financiero total supera el 75%), sumado al deterioro de los ingresos reales de los trabajadores por la pandemia hace que la demanda por créditos personales aún sea muy baja .

Para el mes de diciembre, por una cuestión estacional la demanda de pesos aumenta y también suele acompañarse con una suba de las tasas de interés. Por ello, es probable que el nivel de tasas tenga una corrección al alza. Más aún si el BCRA quiere contener a las expectativas de devaluación y  la “dolarización” creciente de los últimos meses. En un mes caracterizado por muchos pesos en circulación, en “muchas manos” por el pago de aguinaldos y bonos de fin de año.

Si el BCRA endurece la política monetaria y sube las tasa de interés de referencia como viene haciendo  “a cuenta gotas” desde agosto, se encarecerá el crédito no sólo para las empresas sino también para los consumidores. Eso podría poner en riesgo que la recuperación en el crédito privado se pueda mantener en el tiempo.

Además, si los números de inflación siguen acelerándose (especialmente el último mes del año) cada vez será más complicado para el crédito ganar la pulseada con la inflación. Y tendremos subas nominales del crédito por debajo de la suba de los precios.