Qué hay detrás de los últimos datos de inflación del INDEC

Según el INDEC, la inflación en noviembre alcanzó el 2,5%, respecto de octubre. Un registro por debajo de lo esperado por el mercado (3% mensual). Con “cuasi-congelamiento” de tarifas, el súper cepo y con un dólar oficial “pisado (aumentó  19,9% en los primeros 11 meses del año) la inflación desaceleró en el registro mensual. Sin embargo, acumula un incremento de  45,1%en once meses de 2021 y en los últimos 12 meses la inflación alcanzó el 51,2%.

La tasa de inflación desaceleró en noviembre y cerró con una suba de 2,5%, respecto al mes de octubre. Es el registro más bajo en lo que va de 2021, junto al dato de agosto pasado. El incremento de precios del IPC (Índice de Precios al Consumidor) estuvo por debajo de los esperado por el REM (relevamiento de expectativas de mercado) del BCRA que era de 3,1% para noviembre.  

Noviembre fue el mes de las elecciones legislativas y el Gobierno hizo todo lo posible para morigerar el incremento de precios. Mantuvo controles de precios, las tarifas de servicios públicos siguieron “cuasi-fijas”, los combustibles “congelados”  y el dólar oficial apenas subió 1,2% en el mes. La “batería” de medidas redujo la tasa de inflación marginalmente a 2,5% mensual y la inflación anual se “desaceleró” al 51,2%. En noviembre jugaron muy a favor los precios estacionales (aumentaron sólo 0,5%), mientras que, como se dijo, los “regulados” crecieron sólo 1%.

Si tomamos la serie del IPC-INDEC desde que asumió Alberto Fernández el promedio mensual de inflación se ubicó en 3,05% (entre diciembre de 2019 y noviembre/2021) y ya acumula 105% de inflación en menos de 2 años de gestión.

En noviembre pasado la inflación núcleo (que no incluye a precios regulados ni estacionales) subió 3,3% mensual. Es decir, 0,8 puntos porcentuales por encima de la inflación general, por debajo de la tendencia en el último año: en los últimos 12 meses, la inflación núcleo acumuló una suba de 55,5%.

Los componentes de la inflación siguen teniendo una dinámica muy heterogénea. En septiembre, la inflación de los bienes (IPC-Bienes) acumuló 53,7% interanual. Es decir, 2,5 puntos más que la inflación general. Mientras que el IPC-Servicios subió 44,7%. Esta disparidad obedece a la gran cantidad de tarifas de servicios regulados que están controladas o directamente “congeladas”.

Algo similar ocurre en la comparación de la inflación núcleo, los precios estacionales y los precios regulados. Mientras que la inflación núcleo alcanzó una variación interanual de 55,5%, los precios estacionales subieron 46,6% y los precios regulados aumentaron solo 39%.

Esta distorsión en los precios relativos y las distintas “velocidades” a las que ajustan los precios son una medida de la “inflación reprimida”. Es decir, que en el futuro podrían tener un impacto inflacionario muy elevado, si el acuerdo con el FMI acelera la “corrección” de estas distorsiones.

Los rubros que más subieron en noviembre fueron: ”Restaurantes y Hoteles” (5%); “Prendas de vestir y calzado” (4,1%) y “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (2,7%).

En tanto, los siguiente rubros estuvieron por debajo de la variación mensual del IPC-General: “Salud” (2,4%);   “Transporte” (2,2%); “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (2,2%);  “Alimentos y bebidas”  (2,1%); “Bienes y servicios varios” (2%); “Recreación y cultura” (1,5%)  “Bebidas alcohólicas y tabaco” (1,1%); “Educación” (0,8%) y  “Comunicación” (0,8%).

En noviembre, la “inflación de alimentos” fue de 2,1% (0,4 puntos por debajo de la inflación general), respecto de octubre. La desaceleración en la inflación de alimentos (respecto de octubre que fue de 3,4%)  se dio por la baja de “Verduras, tubérculos y legumbres” y por el impacto de la baja del precio del tomate. En cambio, el precio de las carnes tuvo un fuerte incremento (en GBA fue de 7,3% en noviembre).

Además, respecto al rubro “Alimentos y Bebidas”, el INDEC informó que el porcentaje de productos de la canasta de GBA incluido en el programa “Precios Cuidados” prácticamente se duplicó respecto del mes previo en noviembre .Pasó de  7,3%  al 13,1% de participación en la canasta de alimentos del GBA (ver gráfico).

Así, la “inflación de alimentos” en noviembre fue de 50,5% interanual. Mientras que la inflación general fue de 51,2%.

La inflación esperada para 2022,  según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) elaborado por Banco Central ( en base a proyecciones de consultoras y bancos) , es de 52,1% interanual . Mientras que lo proyectado en el Presupuesto Nacional 2022 es 33%  de inflación para 2022. Es decir, hay una divergencia de casi 20 puntos porcentuales.

El mercado no imagina que la inflación desacelere en un año no electoral. Además, el acuerdo con el FMI obligara al Gobierno a corregir tarifas de servicios públicos y “desatrasar” al dólar oficial y esto eleva el piso de inflación para 2022.