A través de las redes sociales, los medios afines y la propaganda callejera, el oficialismo inició una campaña con una consigna clara pero de dudosa eficacia: votar a Macri es volver a la década de los 90.
La primera en desplegar la estrategia del miedo fue Cristina Fernández de Kirchner, la semana pasada en su regreso a la Casa Rosada.
Sus palabras fueron amplificadas después por el candidato oficialista Daniel Scioli, que llamó “Alianza” al Frente Cambiemos del PRO, la UCR y la Coalición Cívica.
El kirchnerismo afirma que si gana Macri la Argentina se volverá ingobernable: se sucederán el ajuste feroz, la devaluación, el pago de la deuda a los fondos buitre, el cierre de programas estatales y la impunidad para los represores de la última dictadura.
De retorno de sus mini-vacaciones en Tandil, el candidato opositor festejó el campeonato que ganó Boca y denunció en Facebook que el kirchnerismo apuesta a una estrategia “oscura” y a un golpe “desesperado”.
¿Macri prepara la devaluación, el ajuste y la represión, como afirma el kirchnerismo? ¿La estrategia del Gobierno dará resultado de cara al balotaje del 22 de noviembre?