El salto del dólar de casi 25% en el último mes golpeó al mercado inmobiliario. El boom de los créditos UVA, ajustados por inflación, venía motorizando casi el 40% de la compraventa de inmuebles en los últimos meses. De hecho, entre marzo y abril los bancos otorgaron alrededor de 13.000 millones de pesos mensuales de créditos UVA. Todo un récord: entre marzo y abril del año pasado, el monto rondaba apenas los 1200 millones.
Sin embargo, la devaluación impactó fuerte por dos vías. Por un lado, descalzó a muchos tomadores de crédito que con los préstamos otorgados no pudieron concretar las operaciones pactadas. Para dar un ejemplo, quién con un crédito de 2 milones de pesos pensaba cancelar los 100.000 dólares que le faltaban para la compra de un imueble, se encontró que necesitaba 500.000 pesos más. Por este motivo se calcula que un 30% de las operaciones pre-acordadas no pudieron realizarse. Por otro lado, en medio de la disparada de la tasa de interés al 40% –para controlar al dólar– y la suscripción masiva de Lebacs por parte de los bancos, las entidades pisaron el freno en la colocación y promoción de créditos UVA.
Desde el Gobierno dieron la señal, con los créditos Procrear –que se destinan a un segmento con ingresos de entre 2 y 4 salarios mínimos–, que tomaron nota del problema. Y de hecho se anunció la ampliación de montos de los Créditos Procrear en un 10%, hasta 2,5 millones de pesos. Sin embargo, el subsidio máximo que otorga la secretaría de vivienda dentro del crédito se mantendrá por ahora en 400.000 pesos.
Algunos operadores inmobiliarios ya empezan a discutir si no habrá algún ajuste en los precios en dólares de las propiedades. En especial, porque, a diferencia de la devaluación de diciembre-enero, esta vez ni los bancos ni el gobierno están dispuestos a ampliar las líneas de créditos para elevar los montos en pesos otorgados de modo tal de convalidar los mismos precios en dólares de los inmuebles.
