Para la Fundación Capital, que dirige Martín Redrado, 2019 será el primer año electoral en la última década con una caída del consumo. El anterior había sido 2009, por el impacto de la crisis financiera internacional. Según el informe, tras la caída del consumo privado en 2018, el ajuste del consumo continuaría durante el primer semestre de 2019 a un ritmo del 5,8%. Mientras que una lenta recuperación en la segunda mitad del año no llegaría a compensar lo perdido y el año cerraría con una baja del consumo del 2,4% (ver gráfico).
“Con una inflación que no se desacelerará hasta mediados de año, sumado a una contracción en la actividad económica en torno al 3,9% en el primer semestre y un consecuente debilitamiento del mercado laboral, en 2019 la masa salarial total (los ingresos por la cantidad de personas) volvería a contraerse (-1,7% anual), tras la fuerte reducción del año pasado (-4,9% anual). La masa salarial de los trabajadores del sector privado verificaría una nueva pérdida este año, tanto por un aumento en el desempleo, como por una contracción en el salario real”, dice el informe.
“Las paritarias podrían promediar aumentos del 30% a las que se adicionarían cláusulas de revisión hacia fin de año. Así, el salario real de los empleados registrados del sector privado volvería a contraerse por segundo año consecutivo (-1,6% anual), donde la baja se concentrará en el primer semestre (-6,9%), mientras que luego se verificaría un rebote (+4,2%). Con una actividad económica que continuaría contrayéndose hasta el segundo trimestre inclusive, el deterioro en el mercado laboral persistirá durante los primeros meses del año…En el primer semestre del año la tasa de desempleo ascendería al 10,5% de la población económicamente activa, implicando 200 mil nuevos desocupados. Este deterioro en el mercado laboral, sumado a la caída en el salario real, implicará una contracción de la masa salarial real para los empleados privados de casi siete puntos en dicho período, retrocediendo a niveles de nueve años atrás”, agrega el documento.
En cuanto a las jubilaciones y pensiones, ajustados por la movilidad previsional, el informe de la Fundación Capital explica que “recién verificarán un incremento en términos reales a partir de septiembre. No obstante, a pesar de la mejora en el segundo semestre del año (7,1% interanual), el poder adquisitivo promedio del año volverá a verificar una baja (-2,1% anual)”.
Respecto de los perceptores de la Asignación Universal por Hijo, se dice que su poder de compra cayó 4,2% el año pasado. El anuncio del Gobierno del aumento de 46% a partir de marzo, adelantando los incrementos previstos en el año, implicará una mejora en términos reales de esos ingresos desde el tercer mes del año, en lugar de esperar a septiembre, como la jubilaciones. Según los propios datos del Ministerio de Hacienda, esto supone un gasto adicional de unos $ 15.000 millones, apenas 0,1% del PBI, insuficiente para motorizar el consumo privado.
Finalmente, en el caso del “salario mínimo vital y móvil” (SMVM), “si bien desde las autoridades adelantaron a marzo la suba pautada para junio, el mismo verificó una baja del 14% en el tercer mes del año en términos reales. De este modo, el SMVM se encuentra en niveles de hace catorce años, y su poder de compra respecto a la canasta básica total para una familia tipo se redujo del 54% en abril de 2016 al 43% en enero de este año”.
Con todos estos números en el tablero, en la Fundación Capital sostienen que “la masa salarial total se contraería un 7,6% en términos reales en la primera mitad del año, lo cual tendría como correlato una caída del consumo privado en torno al 5,8%, respecto de igual periodo del año pasado, y de 3,9% en el consumo masivo”. En el consumo masivo se incluyen productos de primera necesidad y se excluye el consumo de bienes durables (autos, artículos para el hogar) que viene mostrando caída en las ventas de dos dígitos en los primeros meses del año.
“En el segundo semestre, si bien todos los perceptores de ingresos volverían a mostrar una mejora en el poder de compra, la misma sería moderada. Los $80 mil millones que representan los mayores ingresos de los perceptores de la seguridad social en la segunda parte del año, representarán un 0,6% del consumo privado. Por su parte, el salario real de los trabajadores del sector privado, ascendería un 4,2% anual en la segunda mitad del 2019, en línea con los aumentos paritarios que impactarían a partir del tercer trimestre”, afirma el estudio. Conclusión: aún en un escenario favorable, la mejora en el poder de compra del segundo semestre no llegaría a compensar la pérdida de la primera parte del año. Y el consumo volverá a contraerse, por segundo año consecutivo, esta vez en un año electoral, por primera vez en la última década.