Qué hay detrás de la presión sobre el dólar libre

El “dólar blue” se despertó y llegó a $378 por dólar, aunque luego se estacionó en 374 pesos. Acumula una suba de 15% en los últimos 30 días. La “brecha cambiaria” (entre el dólar blue y el oficial) volvió a superar el 105%. El “dólar bolsa” y el “contado con liqui” acompañaron el movimiento del “dólar libre” con subas menores de 6,7% y 5% para el mismo período. Existe riesgo de aceleración de la inflación (que promedió el 5% mensual entre noviembre y diciembre) y complica la tarea de acumulación de reservas del BCRA. Hubo múltiples factores que explican la suba del “dólar libre” y los “dólares alternativos”: la emisión monetaria, el atraso cambiario del “blue” frente a la inflación, caída estacional de demanda de pesos, menor oferta de dólares billetes por turismo extranjero y la incertidumbre sobre el impacto de la sequía en la liquidación de agro-dólares.

Massa enfrenta un nuevo “round cambiario”. En los últimos 60 días el “dólar libre” pasó de $306 a $378, aunque luego se estacionó en 374 pesos, con la brecha cambiaria de nuevo arriba del 100 . Por encima de ese nivel, el “efecto brecha”  es muy nocivo para la economía. Distorsiona el comercio exterior (retrasa la liquidación exportaciones y acelera la demanda de dólares de importaciones) obligando al BCRA a tener una posición de vendedor (neto) en el mercado oficial de cambios y presiona a los precios internos al alza, con el riesgo de una nueva disparada en la tasa de inflación .

Veamos los factores que explican la nueva suba del “blue” y los “dólares alternativos”.

  • Excedente de pesos

Desde la crisis de la deuda en pesos de junio de 2022, previa a la salida de Guzmán, el BCRA comenzó a emitir pesos por diferentes “ventanillas”. En el acumulado de esos 7 meses (junio a diciembre de 2022), el BCRA emitió pesos por 1,7 billones para comprar bonos CER y mantener su cotización; emitió 2,7 billones para pagar intereses de las Leliqs y Pases y tuvo que usar la “maquinita” para comprar los dólares del “Dólar Soja l y ll” por 1,6 billones de pesos. En total inyecto más de 6 billones de pesos (equivalente a 113% de la base monetaria actual)

Esa emisión excedente en parte fue “absorbida” por los pasivos remunerados (leliqs y pases). Sin embargo,  sabemos que tarde o temprano ese exceso de pesos genera presiones alcistas en la tasa de inflación y en la “brecha cambiaria”.

En el gráfico se observa como la base monetaria (billetes y monedas en poder del público y en los bancos) sube un 42,6% interanual en enero (tomando promedio mensual) mientras que los pasivos remunerados (leliqs y pases) crecieron en los últimos 12 meses 129,5%. La base monetaria más pasivos remunerados crece al 84% interanual. Estos agregados monetarios son el  “combustible” disponible para alimentar la “brecha cambiaria” y acelerar la tasa de inflación.

  • Dólar Blue y Dólares alternativos se atrasaron frente a la inflación.

La aceleración inflacionaria afecta a la evolución del “dólar blue”. En 2022 el dólar blue subió 71,6%,  el “contado con liquidación” aumentó un 68% y el “dólar bolsa” o  “dólar mep ” subió 66% – ambos en términos interanual- . Mientras que la inflación acumulada (punta a punta) fue de 94,8% anual para 2022. Es decir, hubo un fuerte atraso del “dólar blue” y los “dólares alternativos” respecto de la inflación.

El “dólar blue” actual de $374 está todavía lejos de niveles de periodos de crisis. Tras la apertura de la economía en la post-pandemia hubo una disparada de los “dólares alternativos” y el “dólar libre” llegó a $195 en octubre de 2020. Esa cotización del dólar si la traemos a precios de hoy equivale a un dólar de $645 pesos.

Es decir, el dólar blue tendría que subir 70% más para alcanzar la cotización de octubre de 2020.

Asimismo, el “dólar libre” que saltó a $350 pesos tras la salida de Guzmán. Si le aplicamos la inflación acumulada entre julio de 2022 a enero de 2023 (considerando una inflación de 5% mensual para este mes), nos da una cotización de $489 pesos.

Es tan elevada la nominalidad de la economía que la estabilización por algunos meses de Sergio Massa generó un abaratamiento del valor del dólar billete, que quedó rezagado respecto de la inflación. No es sorprender que ahora la cotización del “dólar blue” y de los “dólares alternativos” se estén reacomodando a la dinámica general del resto de los precios.

  • Caída en la demanda de pesos y dólar tarjeta para extranjeros

Estacionalmente, desde mediados de enero y durante el mes de febrero se produce una  caída de la demanda de pesos.

El mes de diciembre por el pago de aguinaldos, vacaciones y bonos extra el sector público y privado demandan más pesos y eso lleva “desdolarizar” sus colocaciones para hacer frente a las obligaciones en pesos. Esto se revierte en los meses siguientes (enero y  febrero), con su impacto en el dólar blue y los dólares alternativos.

Además, hay una menor oferta de divisas (billete) tras la disposición que permite a los turistas y las personas no residentes accedan a un dólar similar al MEP ($ 340) para saldar sus consumos en tarjetas de crédito y débito. Con esta medida se “quitó” oferta en el mercado informal y ante una demanda creciente es lógico que se refleje en una cotización ascendente.

  • Menor liquidación de agro-dólares en 2023 por la sequía

La liquidación de “agro-dólares” en 2021 y 2022 fue record por los elevados precios internacionales de los granos, especialmente de la soja. Según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), en 2021 la liquidación de divisas fue de U$S 32.800 millones y en 2022 el ingreso de agro-dólares fue de U$S 40.438 millones (+23% interanual), impulsado por la suba de precios y el anticipo de dólares que permitió el Dólar Soja l y ll. Para la campaña 2023 es muy probable que la liquidación muestre una caída significativa por el efecto de la sequía.

Según la Bolsa de Cereales de Rosario, la estimación de pérdidas en términos de liquidación de agro-dólares alcanzaría a un piso de U$S 10.700 millones. Esa previsión pone en riesgo el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas por parte del BCRA y dispara las expectativas de devaluación ante un escenario de faltante de dólares.