Según la AFIP, la recaudación de marzo fue de $763.850 millones, un 72,2% superior a lo recaudado en el mismo período de 2020. Esto representa un aumento de 21,6% en términos reales (descontando la inflación). Es el séptimo mes consecutivo que la recaudación crece en términos reales. En los impuestos vinculados a la actividad (IVA e Impuesto al Cheque) la recaudación creció 24,6% en términos reales. Las retenciones a las exportaciones dieron un salto de 145% interanual – nominal- por la disparada en los precios internacionales y aportaron el 9% de la recaudación total.
Hay que tener en cuenta que la comparación es con un mes base (marzo /20) con cuarentena estricta (durante 10 días). Si se compara la recaudación marzo de 2021 contra mismo mes de 2019, la suba fue de 10,9% en términos reales. Aún quitando el efecto de la cuarentena estricta la recaudación creció en términos reales.
La recuperación económica, sumada a los precios internacionales récord de las materias primas (en especial la soja arriba de u$S 500 por tonelada), y el efecto estadístico de comparar con un mes de cuarentena dura, fueron claves para mostrar esa disparada en la recaudación tributaria.
El impuesto al valor agregado (IVA), que está vinculado al consumo y actividad, subió 81,8% en términos nominales (respecto al mismo periodo de 2020). Es equivalente a un amento de 28,4 % descontando la inflación (estimando una inflación de 4% para el mes de marzo). Si lo comparamos con marzo/19 arrojó una suba de 8,7% en términos reales.
El impuesto al cheque -impuesto sobre los créditos y débitos- subió 53,3% en términos interanuales (nominal), equivalente a un aumento de 8,3% en términos reales.
La recaudación de seguridad social, vinculada al mercado laboral, tuvo un incremento de sólo 34% -nominal- respecto de marzo de 2020. Es decir, cayó un 5,3% descontando la inflación acumulada en los 12 meses previos. Esto marca que, pese a la recuperación económica, el deterioro en el mercado laboral es más profundo y aun no volvió a crecer en términos reales.
En marzo, los derechos de exportación (retenciones) se dispararon un 145% interanual y totalizaron 71.243 millones de pesos. En términos reales la suba de la recaudación por retenciones fue de 73,6%.
Los ingresos por retenciones tuvieron el “empuje” de los precios internacionales de las materias primas. La soja –principal exportación- subió 60% en dólares en los últimos 12 meses. Se ubicó por encima de los 520 dólares por tonelada el mes pasado.
De mantenerse en los precios internacionales actuales y si acompañan las precipitaciones para la cosecha de los principales cultivos del país (soja, maíz y trigo), la recaudación por retenciones podría superar el 2% del PBI en 2021 (comparado con el 1,6% del PBI proyectado en el Presupuesto Nacional 2021).
En tanto, el Impuesto PAIS (recargo de 30% sobre los consumos en el exterior y para compra de dólares) tuvo una caída de 9,6% en marzo de 2021 respecto del mismo mes de 2020.
La demanda de “dólar ahorro” se calmó por efecto precio. Actualmente, el “dólar ahorro” cotiza arriba de 160 pesos y los “dólares alternativos” e incluso el “dólar blue” se ubicaron entre 15 y 20 pesos por debajo de esa cotización en marzo. Esto desincentiva la demanda y redujo la recaudación.
En tanto, el impuesto a las Ganancias totalizó $140.840 millones y subió 77,2% en términos nominales (25,2% en términos reales). El impuesto a los Bienes personales se disparó 351,1% interanual (291,2% en términos reales), como consecuencia de la suba de alícuotas.
En resumen, es clave para los próximos meses que la “brecha fiscal” se vaya “achicando”. Del lado de los ingresos tributarios se combinarán el incremento en las retenciones (derechos de exportación) y el “impuesto a la riqueza”, que se calcula en $ 300.000 millones. Así el Tesoro Nacional disminuiría la dependencia a la “maquinita” de emitir pesos del BCRA y se acotarían los riesgos de una nueva crisis cambiaria.