El cierre de listas mostró al oficialismo unido como pocas veces de cara a las elecciones presidenciales.
El Frente para la Victoria se abroqueló detrás de la candidatura de Daniel Scioli y proyectó a La Cámpora en las listas oficiales.
La agrupación que lidera Máximo Kirchner aspira a ocupar alrededor de 10 bancas propias en el Congreso a partir del 10 de diciembre.
La postulación del hijo de la presidenta en Santa Crus vino acompañada por la su lugarteniente, Eduardo “Wado” de Pedro, en la provincia de Buenos Aires.
El secretario general de la Presidencia encabeza la boleta del Frente para la Victoria que lleva en el quinto lugar a la camporista Mayra Mendoza y en el sexto al ministro de Planificación Julio De Vido.
En Capital Federal, Cristina Kirchner designó a su funcionario preferido, Axel Kicillof, en el primer puesto de la lista del FPV, seguido por Andrés Cuervo Larroque.
Contra todos los pronósticos opositores, la Presidenta decidió no ser candidata a nada pero ocupó la mayor parte de los casilleros con tropa propia.
La intención es condicionar al heredero que eligió la gran electora.
Desde el oficialismo ya dejar trascender que –si cumple con el sueño de llegar a la Rosada- Daniel tendrá 6 meses de gracia para gobernar a su antojo: después comenzarán las sugerencias y presiones por parte del kirchnerismo puro.
¿Qué rol ocupará Carlos Zannini si la formula K gana finalmente en las presidenciales de octubre? ¿Acompañará a Scioli en todas las decisiones o será su comisario político, como ya denuncia la oposición? tgo
