Jugado a todo o nada en su intento de retener el poder, el oficialismo asegura que –si gana en la segunda vuelta- no habrá cambios bruscos en la cotización del dólar. En su andanada de promesas, Daniel Scioli sorprendió a todos el fin de semana. Dijo que si es electo presidente garantizará que la divisa estadounidense no supere los 10 pesos en enero de 2016. El candidato del Frente para la Victoria aseguró además que Mauricio Macri planea debutar en el gobierno con un coctel de ajuste y devaluación.
La respuesta de Mauricio Macri no se hizo esperar. El candidato opositor afirmó que Scioli miente y reiteró que la primera medida de un eventual gobierno del Frente Cambiemos será liberar el cepo cambiario.
En medio de una campaña plagada de contradicciones en el oficialismo, la Presidenta de la Nación salió a coincidir con Scioli. Cristina publicó en Facebook una nota de Página 12 que sostiene que si Macri gana el 22 de noviembre debutará con una megadevaluación del 60%.
Con reservas escasas en el Banco Central, cualquiera sea el presidente electo estará ante la disyuntiva de devaluar en forma brusca o gradual.
Macri admite que en su gobierno el dólar oficial va a subir y el blue va a bajar. Pero afirma que no habrá estampida de precios porque el dólar más alto ya fue incorporado.
Sin embargo, el riesgo existe: una devaluación que dispare la inflación, reabra la pelea por las paritarias, disminuya el poder adquisitivo de los salarios, congele el consumo y detone mayores problemas sociales.