Los últimos datos del Indec confirman un muy fuerte deterioro del poder adquisitivo de los salarios. Según las cifras oficiales, entre enero y septiembre, los salarios privados formales crecieron 20,5% frente a una inflación del 32,5% en el mismo período. Todavía mayor fue la baja del poder de compra de los empleados públicos, cuyos salarios aumentaron en 9 meses 19,2%. El impacto fue todavía más impresionante en el sector informal: los sueldos no registrados o en negro –de acuerdo al Indec– subieron apenas 13,5% (ver gráfico elaborado por Martín Barrionuevo), menos de la mitad de la inflación. .
Visto para los últimos 12 meses, septiembre 2018/septiembre 2017, mientras la inflación acumulada fue del 40,5%, los sueldos en el sector privado formal aumentaron 25,2%; en el sector público 23%; y en el sector informal sólo 20,5%.
Esa diferencia se amplió todavía más en octubre, aunque todavía no están los datos oficiales de salarios. El mes pasado el Indec marcó una inflación interanual (respecto de octubre de 2017) del 46,5%. Pero con un aumento de la canasta básica de la pobreza del 54,6% anual. Para saber qué está sucediendo con la pobreza, éste es el dato a comparar con la evolución de los salarios en el sector informal.
Por eso, con semejantes números, todo indica que el salto en la medición de pobreza durante el segundo semestre de 2018 será grande. Para el primer trimestre el Indec había registrado un 27,3% de la población en condición de pobreza por ingresos, y esa cifra podría saltar hasta 33 o 35% en la medición del segundo semestre.