Efecto inicial Coronavirus: el gasto público crece al 70% y la recaudación sólo al 35%.

  El gasto público primario aumentó en el mes de marzo, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, a un ritmo de 70% interanual. Las partidas de gasto vienen acelerandose desde principios de año.: en febrero crecían al 51% interanual a la par de la inflación  y el mes pasado sumaron 19 puntos porcentuales adicionales.

En cambio, en marzo, los ingresos fiscales sólo crecieron un 35,3%, en comparación con marzo de 2019. Vale señalar,  que en diciembre crecían al 40,3% interanual. Esta desaceleración se dio pese al aumento en la presión impositiva tras la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva (promulgada en diciembre).

Así, el déficit fiscal primario (antes del pago de intereses) pasó de $13.037 millones en marzo de 2019 a $124.728 millones mismo periodo de 2020. Es decir, tuvo un incremento extraordinario de 856% interanual.

Esta dinámica de ingresos cayendo en términos reales y gastos acelerandose, sumada a las  ultimas medidas de Alberto Fernández  que refuerzan el  “salvataje económico” de la economía real, tenderán a incrementar en los próximos meses la brecha fiscal entre ingresos y gastos. De hecho, sólo el último paquete económico, anunciado esta semana, que incluye el pago de sueldos al 50% con un subsidio estatal junto con créditos subsiados para monotributistas y autónomos, implicaría una erogación fiscal extra de 107.000 millones.

En el Gobierno afirman que el paquete fiscal total de asistencia a la economía real asciende a unos 3 puntos del PBI, unos $ 800.000 millones. Pero teniendo en cuenta que allí se incluye el anuncio original de 350.000 millones en créditos a PyMEs a través de los bancos, de los cuales sólo se efectivizarían un tercio y no implican una erogación fiscal directa, las medidas fiscales involucrarían entre 1,5 y 2 puntos del PBI.

Sea como fuere, la caida de la recaudación y la expansión del gasto podrían significar un agujero fiscal de ·$ 200.000 millones mensuales, a financiar con emisión monetaria.

En marzo, un mes en el que la cuarentena recién comenzaba, el efecto covid-19 potenció la aceleración del gasto, principalmente en subsidios económicos (a empresas de servicios públicos) y transferencias a las provincias.

La ingresos totales del Fisco en marzo crecieron al 35,3% muy por debajo de la inflación acumulada de los últimos 12 meses (48,4% anual), como consecuencia del inicio del aislamiento obligatorio y la profundización de la recesión.

La recaudación tributaria creció un 36,6%, respecto a marzo de 2019. Esto es casi 12 puntos porcentuales por detrás de la tasa de inflación (48,4%). Una caída de 7,9% en términos reales. En tanto los aportes a la seguridad social (aportes patronales y personales) crecieron 40%, también por debajo de la inflación.

Pero la recaudación de abril será la que reflejará el verdadero impacto tanto de las medidas de “ aislamiento obligatorio”  como de la falta de liquidez de las empresas y de las personas físicas.  El impacto del Coronavirus en la recaudación del IVA ( impuesto al valor agregado), que subió solo un 25,7% interanual en marzo, recién se va a reflejar en toda su dimensión en abril, ya que ese mes se paga el saldo de IVA del periodo marzo .

Dos rubros del gasto público se dispararon en marzo último. Primero, las “Transferencias a las provincias” ,que subieron 270,7% respecto de igual mes de 2019. Segundo, los “subsidios económicos” a las empresas de servicios públicos, que  tuvieron un salto de 125,1% interanual, pasando $17.970 millones  a $ 40.457 millones . Especialmente, los subsidios a la energía mostraron un incremento de 153,8% en los últimos 12 meses. Esto último es la contracara del “congelamiento de tarifas” que impuso el Gobierno para intentar “enfriar” la inflación.

En tanto, las prestaciones sociales (jubilaciones y gasto social), que explican el 60% del gasto operativo total, crecieron a un ritmo de 66% interanual, por encima de la inflación, como consecuencia de los ajustes discrecionales por medio de bonos extra de fin de año ( diciembre y enero)  y el bono de  marzo que se otorgó como paliativo frente a la pandemia. Las partidas vinculadas con la AUH (Asignación universal por hijo) subieron 122% interanual.

Los “gastos de capital”(obra pública) cayeron 2,6% en términos nomiales. Es decir, un ajuste en términos reales (descontando la inflación ) de 30,8%.

En tanto,  los pagos por intereses de la deuda redujeron el ritmo de crecimiento (13% interanual) debido  al “reperfilamiento” de deuda. Los intereses de la deuda, en marzo pasado, alcanzaron los $41.577 millones comparado con $ 36.801 millones registrado el mismo periodo del año anterior.

Al sumar los intereses de la deuda al déficit primario, se consolida el déficit fiscal total que en marzo pasado ascendió a $166.305 millones. Esto representa una suba de 233% interanual: en marzo del año pasado fue de $49.838 millones.

En marzo las cuentas fiscales sólo reflejan el impacto inicial del “efecto coronavirus”. En abril y mayo el golpe sobre la recaudación sería aún mayor. Mientras que por el lado del gasto la acelereración incorporará las medidas anunciadas en las últimas semanas y que recién empiezan a implementarse: ingreso familiar de emergencia (IFE) , salario complementario para trabajadores del sector privado y créditos a los monotributistas y autónomos, entre otras.