La principal preocupación de los inversores financieros internacionales hoy sobre Argentina no es tanto económica sino política. Todos conocen la magnitud de los "déficit gémelos": los déficit fiscal y externo (cuenta corriente del balance de pagos) rondan los 6 puntos del PBI Son unos U$S 30.000 millones que el Gobierno y la economía necesitan para funcionar sin sobresalto. Y todos saben que semejantes desequibrios no son sostenibles en el tiempo. Pero, mientras la tasa de interés internacional no pegue un salto abrupto, los mercados de capitales están dispuestos a seguir financiando el "gradualismo" de la administración Macri. Distinta es la situación de las empresas multinacionales que motorizan la llamada "inversión extranjera directa": como esas inversiones deben madurar en el mediano y largo plazo, allí por ahora prima la cautela, entre otras cosas, porque una tasa de inflación del 20% o más genera mucha incertidumbre a futuro sobre variables claves, como ser el tipo de cambio.
Sin embargo, todos los inversores extranjeros (de cartera y empresas) están por estos días más preocupados por saber si Macri será el año próximo reelecto, si existe alguna chance de que vuelva el kirchnerismo, o si en el futuro habrá alguna alternativa del peronismo no K con posibilidades de llegar al poder.
El jueves pasado, en el Wilson Center, en Washington, Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, presentó su pronóstico político sobre los escenarios de 2019 y buscó despejar esas dudas. Sus pronósticos entusiasmaron a inversores y funcionarios de la delegación argentina que con Dujovne y Sturzenegger a la cabez participaron de la Asamble de primavera del FMI y el Banco Mundial.
Según el consultor, Macri tiene un 70% de probabilidades de ser releecto el año próximo (ver cuadro). El escenario más proable (con 40%), siempre de acuerdo a Poliarquía, sería un triunfo en primera vuelta, además de alcanzar la mayoría en la Cámara de Diputados y ganar en 12 provincias (actualmente Cambiemos gestiona sólo 5). La otra posibilidad (con 30% de probabilidades) es que Macri gane en un balotaje, pero sin lograr la mayoría en Diputados y triunfando en 6 juridicciones. En contrataste, Catterberg le asigna solo un 5% a la posibilidades de que Cristina regrese al poder. Mientras que la amenaza más seria que enfrentaría Cambiemos (con 25% de probabilides) sería que un candidato peronista no K lograra reunificar al justicialismo y forzar a Macri a un balotaje.
Música para los oidos de los financistas y también de los funcionarios de Cambiemos, claro.