Aún si el Gobierno lograra cerrar un acuerdo stand-by de u$s 30.000 millones con el Fondo Monetario, queda pendiente otro problema: ¿quién pondrá los dólares que faltan en el mercado cambiario y antes traían Caputo y los especuladores financieros? ¿cuál será el nuevo tipo de cambio que restablezca la oferta de dólares de exportadores, inversores financieros e inversión directa en Argentina?
La consultora Macroview, de Melconián y Santángelo, suele hacer la cuenta de almacén del mercado cambiario: el año pasado, hubo una “demanda estructural” de dólares de casi 33.000 millones con una oferta coyuntural casi empatada (incluyendo, emisión de deuda en dólares, inversión extranjera directa y más de U$S 11.000 millones de inversiones de cartera: los que vinieron a timbear con el “carry trade”). En el primer cuatrimestre de este año, la demanda siguió muy firme (U$S 12.000 millones) y la oferta se redujo a un tercio (U$S 4.000 millones); por eso, el BCRA perdió U$S 8.000 millones.
De continuar la sangría, no sería sensato que el BCRA continuara vendiendo reservas o liquidara dólares prestados por el FMI para mantener un valor del dólar en el que nadie cree, y al que no ingresan dólares frescos. Incluso muchos especulan con los propios técnicos del FMI presionarían por un dólar más alto antes de desembolsar el crédito para marcar un sendero de reducción del enorme déficit del sector externo. Este año el déficit de la cuenta corriente del balance de pagos (saldo en rojo de las exportaciones menos las importaciones; el déficit del turismo; el pago de intereres de la deuda en dólares; y el giro de utilidades de las multinacionales a sus matrices) se proyecta en 5,5% del PBI, uno de los más altos de la región.
Tal vez en el Gobierno se resignen entonces a un nuevo equilibrio: dólar más alto, más inflación y parate en el nivel de actividad, para achicar el déficit de dólares. Sería también el fin del gradualismo cambiario. Ratificaría la “maldición de los años pares” (devaluación y recesión). Pero dejaría al menos la chance de una recuperación para el 2019.