El BCRA volvió a subir la tasa de interés mínima – al 33% anual- para los depósitos a plazo fijo en pesos a partir del primero de agosto. Esta vez la tasa mínima se aplica solo a depósitos menores a un millón de pesos. Con esta medida el BCRA apunta a evitar que se profundice la “dolarización” de ahorros. Ya que en el mes de julio los compradores de “dólar solidario” llegaron 4 millones de personas.
Vale señalar, que en abril pasado la tasa mínima era de 26,6% anual y pasó a ser del 30% anual a partir de junio (equivalente al 79% del rendimiento de las Leliqs –Letras de Liquidez del BCRA-).
Este rendimiento mínimo para depósitos a plazo fijo, sumada a las restricciones para acceder a los “dólares alternativos” (dólar bolsa y contado con liquidación) para empresas y personas físicas, generó una suba importante en el stock de los depósitos a plazo fijo en moneda local.
Según los datos publicados por el BCRA, entre el 01/05 hasta el 5/8 (último dato disponible) el stock de depósitos a plazo fijo subió $ 383.752 millones . Paso de $1.402.551 millones a $1.786.303 millones. Es decir, una suba 27,4% en solo 3 meses.
La suba de los depósitos a plazo fijo minoristas (menores a un millón de pesos) es mucho menos pronunciada que la de los plazo fijos mayoristas (más de un millón de pesos).
El stock de depósitos a plazo fijo de más de un millón de pesos subió $323.800 millones- entre 01/05 y 05/08- . Equivalente a una suba de 36,4%. Mientras que, en el mismo período, el stock de depósitos a plazo minoristas (menor a un millón de pesos) aumentó $ 59.953 millones. Pasó de 513.224 millones de pesos a 573.177 millones de pesos. Es una suba de 11,7%.
La recuperación de los depósitos a plazo es una buena noticia para el Gobierno. Ya que uno de los objetivos de la tasa de interés mínima establecido por el BCRA era evitar una mayor “dolarización” de los ahorristas. Y no permitir una ampliación de la “brecha cambiaria”, es decir la diferencia entre el tipo de cambio oficial y los dólares alternativos .
Sin embargo, hay que seguir de cerca a la evolución de los depósitos a plazo fijo en pesos ya que el 78% del total están colocados en plazos entre 30-59 días (en la previa al covid-19 era 70%). Es decir, a muy corto plazo y la mayor parte esta concentrados en manos de inversores mayoristas (68% del total).
Un aumento en la incertidumbre macroeconómica puede disparar un “desarme” de depósitos a plazo fijo de gran magnitud y acelerara la “dolarización” de los ahorros.